08 dic 2016 , 04:54

El Cauca recibe cuerpo de la pequeña Yuliana Samboní

El caserío Los Milagros realizó un homenaje a Yuliana Samboní, víctima de femicidio.

En medio de banderas blancas y con cánticos pidiendo justicia, fue recibida por una multitud en el caserío Los Milagros, el cuerpo sin vida de Yuliana Samboní, la niña de 7 años que fue secuestrada, violada y asesinada el pasado domingo en Bogotá.

 

Familiares, amigos y habitantes de la región del departamento colombiano del Cauca (suroeste), se reunieron en la plaza central para exigir justicia por el hecho que conmocionó a Colombia, y rindieron un homenaje a la menor en una ceremonia religiosa.

 

La carroza fúnebre con el féretro blanco de la niña se desplazó al caserío de El Tablón, donde también fue recibida por compañeros de la escuela en donde comenzó a estudiar.

 

Al llegar el féretro en un avión de la Policía a Popayán, capital del Cauca, una multitud salió a las calles con banderas blancas y manifestaciones similares se produjeron en diversas ciudades del país.

 

El alcalde de Bolívar (Cauca), municipio al que pertenece Los Milagros, Rodrigo Hernán Pérez, manifestó que definirán entre el jueves y viernes la sepultura de la menor. 

 

Por el asesinato de Yuliana Samboní está detenido en la cárcel La Picota, de Bogotá, Rafael Uribe Noguera, arquitecto de 38 años sindicado del crimen.

 

A Uribe, miembro de una acomodada familia bogotana, se le acusa de raptar el domingo 4 de diciembre de 2016 a la menor en la barriada de Bosque Calderón, y de conducirla en su camioneta hasta un apartamento de su propiedad en el sector de Chapinero Alto, donde la policía encontró el cadáver de la niña.

 

Tras su arresto en una clínica bogotana en la que se había hospitalizado alegando que sufría "una crisis", un juez de Bogotá le formuló los cargos de feminicidio agravado, acceso carnal violento, tortura y secuestro simple, que Uribe no aceptó.

 

El juez consideró que el detenido "es un peligro para la sociedad, una amenaza para los familiares de la víctima y una persona que puede obstruir el proceso judicial que se le sigue", y por eso ordenó su reclusión en La Picota.

 

Los traslados del sindicado de la clínica al complejo judicial de Paloquemao y luego a la prisión se hicieron bajo una fuerte escolta policial, que incluyó el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y hasta una tanqueta debido a que numerosas personas se apostaron frente a esos lugares para manifestar su repudio por el crimen.

 

La condena por este asesinato es tal que, según medios locales, tres prestigiosos penalistas contactados por la familia Uribe Noguera para defender al acusado rechazaron esa posibilidad y su caso quedó en manos de un abogado de oficio.

 

Dos hermanos de Uribe, uno de ellos socio de un prestigioso bufete de abogados, y sospechosos de haber manipulado la escena del crimen, y de haber lavado el cadáver de la niña antes de la llegada de la Policía, fueron citados a declarar este viernes 9 de diciembre por la Fiscalía. 

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