29 jul 2015 , 08:42

(VIDEO) La matanza de un león que involucra a un importante dentista estadounidense

Tras 40 horas de asedio, los cazadores cortaron la cabeza del animal, según una ONG.

El caso de la matanza con una flecha de Cecil, un león protegido del parque Natural de Hwange -al que acuden decenas de miles de amantes de los safaris fotográficos- tiene conmocionado a Zimbabue. El felino nació en Hwange hacía 13 años y era el "consentido" de los zimbabuenses.

 

 

Aunque al principio era muy confusa su muerte, se conoció después que el estadounidense Walter James Palmer, un reconocido destinta estadounidense, fue el responsable de la matanza. No obstante, no comparecerá a la audiencia prevista para este miércoles. Sí lo harán dos zimbabuenses, acusados de caza furtiva por haber organizado el safari en el que murió Cecil.

 

El estadounidense abandonó el país antes de que estallara el escándalo, hace unos días. Según una fuente cercana al caso, solo pasó una semana en Zimbabue, a principios de julio, y no fue hasta después de su salida cuando las autoridades del parque y los defensores de la naturaleza alertaron de la muerte del león macho, célebre por su melena negra, poco frecuente en el África austral.

 

En un comunicado publicado, difundido el martes, Palmer lamentó la muerte del león, pero aseguró que había seguido las indicaciones de sus intermediarios y que había "confiado en la experiencia de los guías locales profesionales para cazar en el marco de la legalidad".

 

Asimismo, en una declaración enviada al diario Colorado News, Palmer se desligó de las acusaciones. "No tenía ni idea de que era un león conocido, confié en mis guías de que la caza era legal", aseguró el dentista. Si bien admitió que había participado en la caza mayor con arco en Zimbabwe, en el mes de julio, afirmó que contrató varios guías profesionales que consiguieron todos los permisos adecuados. "Que yo sepa, todo acerca de este viaje fue legal", agregó.

 

Aseguró, además, que las autoridades nunca se comunicaron con él y, de hacerlo, estará a su disposición. "Lamento profundamente que el ejercicio de una actividad que amo, como la caza, y que realizo con responsabilidad y en el marco de la ley, haya terminado con este león", se justificó.

 

En el tribunal de Hwange esperaban en una sala este miércoles, libres y sin esposas puestas, Theo Bronjorst, organizador de grandes cazas de leopardo, y su compatriota Honest Tyrone Ndlovu, propietario de la granja en la que se encontraron los restos del león a principios de mes, gracias al emisor GPS instalado en el collar del animal.

 

Un amigo de la familia Bronkhorst, Ian Ferguson, defendió que se trató de un accidente.

 

Theo Bronkhorst es "un gran profesional, un caballero y un protector de la naturaleza por encima de toda sospecha", dijo al ser contactado por la AFP.

 

"Ni siquiera sabía que había leones provistos de collares en la zona, por no hablar del león Cecil. Los investigadores se comunican muy poco con las agencias de safari. Todo estaba perfectamente en regla", afirmó.

 

Palmer aseguró el martes no haber sido contactado por las autoridades de Zimbabue ni de EEUU, pero dijo estar disponible para "ayudarlas en sus investigaciones".

 

No obstante, según la ONG Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF), los cazadores intentaron, en vano, destruir el collar, antes de descuartizar y cortar la cabeza del animal, a modo de trofeo.

 

Los argumentos del norteamericano plantean algunas preguntas, como si este cazador confirmado se habría percatado de la melena negra del león, algo poco frecuente en el sur de África; o si los intermediarios locales habrían hecho documentos falsos para convencerle de la legalidad de la caza.

 

El cazador tampoco se pronunció sobre las 40 horas de asedio que según la misma ONG fueron necesarias para terminar de matar al león desde que resultó herido de flecha, ni sobre los 50.000 dólares que habría pagado a sus intermediarios.

 

Palmer cerró sus cuentas de Twitter y Facebook tras los ataques recibidos, y muchos defensores de la naturaleza acudieron a su clínica dental a dejar peluches y flores en recuerdo del león.

 

La asociación de defensa de los derechos de los animales PETA pidió en un comunicado que Palmer sea "extraditado, juzgado y preferiblemente ahorcado", por haber matado a Cecil.

 

En Zimbabue la caza sólo está autorizada en las reservas privadas y respectando ciertas cuotas, pero no en parques nacionales como el de Hwange.

 

 

 

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