Autoridades prepararán el parque Samanes para la misa papal

La misa campal en Guayaquil se celebrará como originalmente quería hacerlo el papa Francisco: ante todos los católicos que quieran participar de esa ceremonia. La sede cambiará porque el acto litúrgico se celebrará en el parque Samanes, en el norte de la ciudad. 

 

Antonio Arregui, arzobispo de Guayaquil, dio sus declaraciones al respecto. 

 

“Totalmente abierto (el parque Samanes). Ese ha sido el motivo por el que hemos planteado al Santo Padre, como obispos del Ecuador la posibilidad de que se reajustara el viaje y que permitiera celebrar la misa donde la gente puede ser recibida”, aclaró Arregui. 

 

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El canciller, Ricardo Patiño, quien coordina a las instituciones gubernamentales para el viaje del papa, reiteró que con el tamaño de la nueva localidad, no sería necesario que la entrada sea con invitación.

 

“Eso implica que, prácticamente no va haber límite porque el parque de los Samanes pude albergar 1 millón 500 mil personas y estamos inmediatamente ahora preparándonos para eso. Permite que todos los guayaquileños que quieran y a la gente que vive cerca, y seguramente también personas de los países vecinos que van a venir y van aprovechar esta visita para poderlo ver al papa Francisco, lo podrán hacer en el parque de los Samanes”, reiteró Patiño. 

 

Patiño agregó que aunque también habrá que hacer preparativos en Samanes, se puede garantizar la seguridad de los asistentes. 

 

“Tiene entradas por todos lados, tiene 46 hectáreas que están construídas y 40 más que vamos a preparar inmediatamente. Las condiciones van a ser excelentes”, explicó Patiño. 

 

La misa campal será la segunda actividad del papa en Guayaquil.

 

Pero los organizadores aclaran que el Santuario de la Divina Misericordia no va a quedar fuera de la agenda del papa Francisco, pues el aún visitará este sitio en una actividad que será breve.

 

El arzobispo aclaró que tan pronto el pontífice llegue a Guayaquil se dirigirá a este lugar de oración en la vía a la Costa.

 

“Simplemente pasará por allá como una muestra de su devoción, la que manifestó desde el comienzo, en este año que es año jubilar de la Divina Misericordia. Es una señal de orden pastoral para que efectivamente nos acerquemos a la misericordia de Dios”, explicó el papa. 

 

Arregui reiteró su llamado a que todos los que intervengan en la organización de la visita pontificia trabajen coordinada y cordialmente. O en otras palabras, que todos vivan la fiesta en paz.

 

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