Un estudio buscar demostrar que los bebés sí son capaces de interactuar socialmente.
El doctor Edward Tronick busca demostrar que los niños pequeños sienten la necesidad de tener conexión con quienes los rodean y la tensión que pueden sentir ante los primeros signos de abandono.
El experimento de "La Cara Quieta" se trata de que la madre juegue con su hijo y luego durante dos minutos no tenga ningún tipo de reacción con el infante.
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