02 jun 2013 , 12:49

Robredo vence a Almagro y luchará para llegar a semis contra Ferrer

El español venció a su compatriota por 6-7(5), 2-6, 6-4, 6-4 y 6-4.

El español Tommy Robredo clasificó hoy para cuartos de final de Roland Garros por quinta vez en su carrera, tras firmar contra su compatriota Nicolás Almagro la tercera remontada consecutiva en esta edición e imponerse por 6-7(5), 2-6, 6-4, 6-4 y 6-4.

 

El catalán se medirá por un puesto en semifinales, las primeras de su carrera en un Grand Slam, frente al también español David Ferrer, contra el que ha perdido en seis de las ocho veces que se ha enfrentado.

 

Como un chiquillo, Robredo, de 31 años, rompió a llorar, arrodillado tras su triunfo en la pista Suzanne Lenglen en la que volvió a la vida desde las fauces de la eliminación por tercera vez consecutiva, para retornar a la mesa de los mejores tras una larga lesión que le apartó de las pistas casi un año.

 

El público aclamaba su nombre, "¡Tommy! ¡Tommy!", agradecido por la generosidad de su esfuerzo y de su fe, hechizado por el embrujo de su historia de superación ante las dificultades.

 

Como frente al holandés Igor Sijsling en segunda ronda, como contra el francés Gael Monfils, ídolo de los franceses, en tercera, Robredo volvió a aferrarse al partido cuando todo estaba en contra y remontar dos sets desfavorables en 3 horas y 49 minutos.

 

Fue otra remontada épica, esta vez ante el favorito número once, un jugador que le había ganado en las cinco ocasiones en las que habían jugado, este año mismo en Acapulco.

 

Ausente en dos años de su Grand Slam favorito por la larga lesión, derrotado en primera ronda en 2010, hasta ahora su última comparecencia, Robredo regresa a París por la puerta grande.

 

A su juego de fondo de la pista, a su constancia, el catalán agregó la épica para volver a rescatar un partido que parecía sentenciado cuando Almagro había ganado los dos primeros sets y dominaba 4-1 en el tercero.

 

El murciano se quedó con la primera manga en un juego de desempate muy disputado, en el que con una doble falta Robredo regaló una doble bola de set a su rival (6-4), que aprovechó la segunda para adjudicarse la manga.

 

La siguiente se resolvió después de que Almagro rompiera el servicio de su rival en el tercer juego y conservara el suyo hasta el final.

 

Lanzado sobre esa buena dinámica, el murciano se colocó 4-2 en la tercera, una losa demasiado pesada para cualquier tenista pero no para el Robredo versión 2013, que no da por perdido ningún partido.

 

El catalán sumó cinco juegos consecutivos y se hizo con el set para forzar un cuarto. En este volvió a ser Almagro quien llevó la iniciativa y se colocó con 4-2 y servicio a favor, lo que volvía a poner a Robredo contra las cuerdas y le obligaba a apelar a la épica.

 

Y no falló el catalán, que de nuevo su cuatro juegos consecutivos para obligar a que el partido se dirimiera en el quinto set.

 

Una manga en la que los dos tenistas pusieron toda la pasión. Robredo, la que le permitía su físico, desgastado por los dos anteriores maratones que sumaban seis horas y media en las pistas; Almagro, atenazado por los nervios del fantasma de una nueva remontada de su rival que le privara de una victoria que tenía encarrilada y que le abría las puertas de los cuartos de final por cuarta vez.

 

En ese contexto, ambos tenistas tenían problemas para amarrar su servicio. Almagro ganó solo dos veces su servicio y, aunque rompió en otras dos el de su rival no fue suficiente. Robredo iba ya lanzado, listo para cerrar la gesta, para rubricar otra remontada de las que quedan en las memorias. 

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