Los debates que Alfonso Cuarón le pide al gobierno mexicano

Alberto Nájar

BBC Mundo, Ciudad de México

"¿Por qué no debatir?" Es la pregunta que hace el cineasta Alfonso Cuarón al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en referencia a las leyes secundarias de la Reforma Energética que recientemente fueron presentadas al Congreso.

El ganador del premio Oscar a mejor director planteó al presidente mexicano realizar al menos tres debates por televisión abierta y en horario estelar, en los que participen quienes están a favor y en contra de los cambios en el sistema de explotación de hidrocarburos.

La invitación forma parte de un intercambio epistolar que inició el pasado 28 de abril, cuando el cineasta publicó un cuestionario a Peña Nieto con diez preguntas sobre el impacto de la Reforma en el país.

El gobierno de México contestó días después por escrito en la página electrónica de la Reforma Energética, y ahora Cuarón responde también por internet.

"Quiero entender que sus respuestas no están dirigidas a mí sino a todos los ciudadanos como un gesto para establecer una mejor comunicación con un público inquieto y ávido de profundizar en este tema", indicó el director.

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"Por eso creo que sus respuestas no pueden ni deben agotar la discusión. Por el contrario, abren la oportunidad de que se realice el debate plural y abierto sobre las reformas, el debate que merecemos todos los ciudadanos".

"Somos un gobierno que escucha", ha dicho el presidente Peña Nieto.

Muchos aplaudieron la propuesta del mexicano Cuarón pues creen que la Reforma Energética no se discutió lo suficiente, ni tampoco se atendió a quienes hicieron planteamientos distintos a lo que finalmente aprobó el Congreso.

Y otros incluso agradecieron las cartas del cineasta. "A él sí le responde Peña Nieto", indicaron en redes sociales como Twitter.

La Presidencia de México no ha respondido a la petición de debate, aunque Enrique Peña dijo que "somos un gobierno que escucha y considera el sentir de la población".

El cuestionario

La ausencia de debate legislativo fue una de las razones centrales para enviar el cuestionario a Peña Nieto, reconoció el cineasta en su primera carta.

"Mi falta de información no es atribuible a grupos en oposición que han generado desinformación", dijo. "La razón es más simple: el proceso legislativo y democrático de estas reformas fue pobre y careció de una discusión profunda".

"No estoy informado porque el gobierno que usted encabeza no ha compartido conmigo –con nosotros, los mexicanos- elementos indispensables para entender el alcance y sentido de las reformas".

En el cuestionario que envió a Peña Nieto el director de cine pregunta cuándo bajarán los precios del gas, gasolina, combustóleo y electricidad, así como otros beneficios que se esperan de la reforma.

También cuestiona sobre el impacto en el medio ambiente con la explotación masiva de hidrocarburos, así como las acciones para proteger la ecología y las sanciones a quienes provoquen algún desastre.

Cuarón preguntó al presidente mexicano si existen planes para desarrollar energías alternativas, las estrategias para evitar la corrupción en la asignación de contratos para la explotación de hidrocarburos y las medidas del gobierno mexicano para evitar una eventual influencia nociva de las grandes compañías petroleras, y evitar "que el proceso democrático de nuestro país quede atrapado por financiamientos ilícitos y otras presiones de los grandes intereses".

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En el cuestionario también se plantearon dudas sobre la capacidad del gobierno mexicano para evitar prácticas "de depredación" de empresas privadas, así como la posibilidad de que aumente la productividad de Petróleos Mexicanos (Pemex) si no se enfrenta primero la corrupción de su sindicato.

La Reforma

Además de la forma como se aprobó la Reforma Energética en diciembre de 2013, en la polémica se incluyen las iniciativas de leyes reglamentarias para ponerla en operación y que el presidente Peña Nieto envió al Senado hace unos días.

Pemex seguirá siendo el único autorizado para la venta de gasolina hasta 2017.

Los documentos plantean cambiar el régimen de explotación de hidrocarburos que hasta el año pasado limitaba la presencia de capital privado, que sólo podía participar en algunas áreas como la exploración de yacimientos de gas o petróleo y el mantemiento de instalaciones.

Antes de la Reforma sólo Petróleos Mexicanos podía extraer petrolíferos, pero ahora eso también lo pueden hacer compañías privadas, incluso extranjeras. La única salvedad es que la propiedad de los hidrocarburos se mantiene en manos del Estado mexicano; las empresas que lo saquen del subsuelo recibirán un pago por el producto o bien compartirá las ganancias con Pemex.

La participación de capital privado es uno de los aspectos que más oposición ha encontrado, no sólo porque se modifican el decreto que expropió la producción petrolera en 1938, sino porque según los opositores se corre el riesgo que las empresas se queden con las ganancias por la explotación de hidrocarburos, que aporta la tercera parte de los ingresos fiscales del país.

Otro de los temas polémicos es la venta de gasolina en México. De acuerdo con las iniciativas de leyes secundarias hasta 2017 Pemex seguirá como el único autorizado para otorgar franquicias o distribuir el combustible, pero después de esa fecha se abrirá el mercado a la competencia privada.

La discusión sobre las leyes secundarias se realizará en un período extraordinario del Congreso, que podría realizarse en junio. Sin embargo esto es sólo una parte del proceso.

Y es que partidos y organizaciones de izquierda, así como grupos ciudadanos promueven para 2015 una consulta nacional para cancelar la Reforma Energética. Hasta ahora no está claro si eso puede realizarse pues las leyes mexicanas establecen que los temas de ingreso fiscal no pueden ser sujetos de consulta popular, y según algunos la Reforma entra en esta categoría.

Los opositores pretenden reunir dos millones de firmas para solicitar que se realice la consulta en las elecciones intermedias de 2015, como señala el código electoral.