Tres señales mientras duermes que podrían alertar sobre un cáncer
Dormir mal de forma recurrente no siempre es un simple problema de estrés o rutina. Algunas alteraciones durante el sueño podrían ser una señal de alerta ante enfermedades más serias, como los tipos de cáncer en la sangre más comunes: leucemia, linfoma y mieloma.
Según la organización británica Blood Cancer UK, existen tres síntomas nocturnos que podrían estar relacionados con estos tipos de cáncer hematológico. Aunque estas señales pueden deberse a múltiples causas más benignas, los expertos insisten en que no deben ignorarse, especialmente si se presentan de forma persistente y sin una causa aparente.
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¿Cuáles son estas señales?
1. Sudores nocturnos intensos: No se trata de una ligera sensación de calor, sino de episodios que empapan la ropa de cama y obligan a la persona a levantarse
2. Fatiga extrema al despertar: Aun después de dormir varias horas, el cansancio persiste y se arrastra durante todo el día, sin una causa clara.
3. Dificultad para conciliar o mantener el sueño: Insomnio, despertares frecuentes o dormir a horarios inusuales, sin un motivo específico, también son señales de alerta.
Estos síntomas pueden ser provocados por el propio cáncer o por el impacto emocional y físico que genera en el cuerpo: dolor, ansiedad, cambios hormonales o efectos secundarios del tratamiento, como náuseas o problemas intestinales.
La leucemia, el linfoma y el mieloma afectan a distintas partes del sistema hematológico. La leucemia se origina en la médula ósea y causa un aumento descontrolado de células sanguíneas. El linfoma afecta a los ganglios linfáticos, y el mieloma, a las células plasmáticas responsables de producir anticuerpos.
Los síntomas más comunes de estos tipos de cáncer incluyen pérdida de peso, fiebre sin causa aparente, mareos, aparición fácil de hematomas, dolor óseo y, especialmente, sudoración nocturna intensa y fatiga.
A nivel mundial, cada año se diagnostican miles de nuevos casos de cáncer en la sangre. Por eso, los especialistas insisten: si alguno de estos síntomas se presenta de forma persistente, es importante consultar a un médico. Una evaluación profesional puede ayudar a descartar problemas graves o, en caso necesario, iniciar un tratamiento precoz.