¿Sientes que todo te da sueño? Podrías tener una deficiencia común
La somnolencia constante es una de las señales más frecuentes y a menudo ignoradas de que al cuerpo le falta algo esencial: nutrientes. Muchas personas conviven con este cansancio sin saber que podrían estar experimentando una deficiencia nutricional que compromete su energía, concentración y salud general.
Una de las causas más comunes es la deficiencia de hierro, responsable de la llamada anemia ferropénica. El hierro permite el transporte de oxígeno a través de la sangre, por lo que su ausencia genera una fatiga persistente, dificultad para concentrarse y, en casos más avanzados, mareos o palpitaciones. Este problema afecta especialmente a mujeres en edad fértil, personas con dietas restrictivas y deportistas.
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Otro nutriente clave es la vitamina B12, esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Su déficit puede producir cansancio crónico, somnolencia excesiva, debilidad muscular e incluso alteraciones neurológicas como hormigueo en manos o pérdida de memoria. Los vegetarianos y veganos son más propensos a sufrir esta carencia, ya que la B12 se encuentra principalmente en alimentos de origen animal.
También es importante considerar la vitamina D, también influye directamente en los niveles de energía y el estado de ánimo. Un déficit de esta vitamina, muy común en personas que pasan poco tiempo al sol, puede manifestarse como somnolencia diurna, fatiga inexplicable, dolores musculares y desánimo. Estudios recientes también la vinculan con el insomnio y la mala calidad del sueño.
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Todas estas deficiencias tienen solución. Una alimentación balanceada, basada en alimentos naturales y variados, es la mejor estrategia preventiva. Si ya existe una carencia, el tratamiento puede incluir suplementación bajo supervisión médica, junto con cambios en el estilo de vida. Dormir bien, moverse con regularidad y reducir el estrés también ayuda a recuperar la vitalidad.
La somnolencia constante no debe normalizarse ni dejarse pasar. En muchos casos, el cuerpo está dando señales claras de que necesita algo más que descanso: necesita nutrientes. Detectarlo a tiempo puede evitar problemas mayores y ayudarte a recuperar tu energía y tu calidad de vida.