¿Por qué las mujeres sienten más frío que los hombres? Lo que dice la ciencia
Que las mujeres digamos con más frecuencia que sienten frío en oficinas, casas o al aire libre no es un mito. Diversos estudios científicos han demostrado que existen diferencias fisiológicas que explican esta sensación.
En Hablemos de Salud investigamos la sensibilidad al frío y cómo puede influir en el bienestar y la productividad, incluso mientras trabajas.
Las mujeres sienten más frío que los hombres, ¿estereotipo o realidad científica?
Los estudios respaldan estas diferencias, pero no todos los expertos coinciden en que el género sea el único factor. Una investigación del National Institutes of Health (NIH) sugieren que lo determinante es la composición corporal y la tasa metabólica, más que el hecho de ser hombre o mujer. No todas las mujeres sienten frío de la misma manera, ni todos los hombres son inmunes a él.
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La masa muscular cumple un papel clave: actúa como una calefacción interna, generando calor a través del movimiento y el metabolismo. En cambio, las mujeres presentan una mayor proporción de grasa subcutánea, que funciona como aislante pero no produce calor.
El mismo estudio, publicado en abril de 2024 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), mostró que factores como el tamaño y la composición corporal influyen más que el sexo a la hora de percibir el frío.
El papel del metabolismo y la composición corporal
Nuestras preferencias frente al frío o al calor están estrechamente relacionadas a la manera en que funciona nuestro metabolismo.
Las personas con más masa muscular y cuerpos más grandes suelen quemar más calorías en reposo que quienes tienen una complexión más pequeña. Aunque la grasa corporal sirve como aislante —como sucede con las focas o los osos polares— también puede dificultar que el calor generado en el centro del cuerpo llegue a las extremidades, como manos y pies.
Esto explica por qué la percepción de temperatura no depende únicamente del género. Boris Kingma, científico especializado en rendimiento térmico humano del Instituto Holandés de Tecnología Aplicada, aclara que no se trata simplemente de que “las mujeres prefieran temperaturas más cálidas”.
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Aunque hombres y mujeres puedan percibir el frío de manera distinta, la mayoría se siente cómoda en un rango de temperaturas muy similar. Lo que realmente marca la diferencia son factores como la actividad física y la ropa que usamos, que afectan más la sensación de frío que el género.
El estudio publicado en PNAS respalda esta idea. Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) encontraron que lo determinante para definir la temperatura ideal es la combinación entre la tasa metabólica, la superficie corporal y el porcentaje de grasa.
Kingma señala que:
“Si tienes una tasa metabólica similar, da igual si eres hombre, mujer o adulto mayor: tu preferencia térmica será prácticamente la misma”
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Consejos prácticos para enfrentar el frío
Sentir frío con facilidad no es solo una cuestión de comodidad: puede afectar la productividad, la concentración y el bienestar general. Las personas más sensibles al frío suelen tener manos y pies fríos, e incluso podrían enfrentar problemas circulatorios.
Aunque culturalmente se asocie a las mujeres con mayor sensibilidad al frío, la ciencia confirma que no se trata solo de género, sino de una combinación de metabolismo, tamaño corporal y composición de grasa.
La próxima vez que alguien se queje de tener mucho frío, recuerda: no es cuestión de ser hombre o mujer, sino de cómo funciona su cuerpo.