El mito de los ocho vasos de agua: cuánta necesitas realmente según los expertos
En los últimos meses, el tema del agua volvió a ser tendencia. Videos virales -como el de los llamados Hermanos Riñones- generaron miles de comentarios y opiniones sobre si realmente hay que beber grandes cantidades de agua cada día para “limpiar el cuerpo” o “proteger los riñones”.
Durante años se ha repetido la recomendación de tomar ocho vasos de agua al día, una cifra que muchos siguen como una regla de oro. Sin embargo, la ciencia actual ha demostrado que no existe una cantidad universal que funcione para todos.
La cantidad de agua que el cuerpo necesita depende de muchos factores: edad, peso, sexo, nivel de actividad física, alimentación, clima y hasta del estado de salud general. En Hablemos de Salud, vamos a desmitificar el consumo ideal de agua para mantenerte hidratado.
Lea más: Cinco claves para detener el estrés e insomnio en adolescentes
¿Qué dice la ciencia sobre la cantidad ideal de agua diaria?
El agua cumple funciones vitales: regula la temperatura corporal, transporta nutrientes, lubrica las articulaciones y ayuda a eliminar los desechos a través de la orina.
Pero el famoso 'Dos litros al día' no proviene de una fuente médica. De hecho, según un informe de la National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (NASEM) de Estados Unidos, las recomendaciones generales son:
Esta cifra incluye todas las fuentes de agua, no solo la que bebemos directamente. Los alimentos como frutas, sopas y vegetales también aportan líquido. Por ejemplo, una manzana o una porción de sandía contiene más del 80 % de agua.
En climas cálidos, durante el ejercicio o en el embarazo, las necesidades pueden aumentar, pero siempre dentro de los límites naturales del cuerpo.
Te puede interesar: Esto puede pasar si tomas Omega-3 en ayunas sin saberlo
Los riesgos de beber muy poca o demasiada agua
El equilibrio es clave. Tanto la deshidratación como el exceso pueden ser peligrosos.
En caso de beber poca agua se puede presentar deshidratación. Los síntomas pueden incluir:
La deshidratación prolongada puede afectar la función renal, elevar la presión arterial y reducir la concentración mental.
En personas mayores o en quienes padecen enfermedades crónicas, el riesgo es aún mayor, ya que el cuerpo pierde su capacidad de detectar la sed con precisión.
Por otro lado, el exceso también tiene consecuencias. Beber agua en exceso puede provocar hiponatremia, una condición en la que el nivel de sodio en la sangre cae por debajo de lo normal.
Esto ocurre porque el exceso de agua diluye los electrolitos, afectando la función muscular y cerebral. En casos graves, puede causar confusión, convulsiones o incluso poner en riesgo la vida.
Este tipo de casos son poco frecuentes, pero se han reportado en personas que consumen grandes cantidades de agua en poco tiempo -por ejemplo, en competencias deportivas o retos virales- sin reponer electrolitos.
Lee más: ¿Te suena el estómago sin tener hambre? Podría ser esta bacteria común
¿Cómo saber si estás bien hidratado?
Una de las formas más simples de evaluar tu hidratación es observar el color de tu orina.
Orina transparente o amarillo claro: Es el color normal de la orina y se debe a la presencia de urobilina, una sustancia que le da su tono característico. Su intensidad depende de la cantidad de agua que hayamos consumido: cuanto más hidratados estemos, más clara será. En general, una orina transparente, amarillo paja o amarillo claro indica un buen nivel de hidratación.
Orina amarillo oscuro: Puede ser una señal temprana de que necesitamos beber más agua. Es el primer aviso de que el cuerpo empieza a deshidratarse.
Orina color ámbar o miel: Indica que ya existe deshidratación y que el cuerpo necesita líquidos con urgencia.
Orina color jarabe o cerveza negra: Revela una deshidratación severa. En este caso, es necesario rehidratarse de inmediato y, si el color persiste, consultar con un profesional de la salud.
También puedes prestar atención a señales como:
La mayoría de sociedades médicas —como la Mayo Clinic, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la National Kidney Foundation— coinciden en una idea:
No existe una cantidad exacta de agua que todas las personas deban tomar.La clave está en escuchar al cuerpo y mantener hábitos saludables.
Los especialistas recomiendan:
El agua es esencial para la vida, pero más no siempre significa mejor. Ni los ocho vasos al día son una regla médica, ni tomar litros de agua de más te hará más sano.
La hidratación adecuada se basa en el equilibrio, en conocer tu cuerpo y en mantener hábitos de vida saludables. Escucha a tu cuerpo. No sigas mitos. Y recuerda: incluso el agua, en exceso, puede hacer daño.