Una empresa japonesa ofrece el servicio de alquiler de abuelitas
Japón, conocido como el país del sol naciente, se distingue en el mundo por su milenaria cultura, su exquisita gastronomía, su liderazgo en avances tecnológicos y también por iniciativas sociales que resultan sorprendentes y llamativas en otras partes del planeta.
Una de estas iniciativas proviene de una empresa japonesa que ha lanzado un curioso y emotivo servicio: el alquiler de abuelitas. En la sociedad japonesa, las personas mayores, especialmente las mujeres de la tercera edad, son profundamente respetadas y valoradas. Se las considera guardianas del conocimiento, la tradición y la sabiduría que solo los años pueden otorgar.
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El servicio, llamado OKObaachan (que podría traducirse como "ok, abuelas" en español), permite que mujeres de entre 60 y 94 años ofrezcan su compañía y experiencia a quienes lo necesiten. Estas abuelitas pueden brindar desde consejería emocional y compañía afectiva, hasta apoyo práctico en el hogar, como ayuda con las tareas domésticas o la enseñanza de habilidades tradicionales, como la cocina japonesa, el bordado, o incluso rituales culturales ancestrales.
La iniciativa está dirigida principalmente a jóvenes o adultos que, por diversas razones, se sienten solos, atraviesan momentos difíciles o simplemente buscan aprender algo nuevo en un ambiente cálido y lleno de humanidad. Muchas veces, estas conexiones permiten crear vínculos intergeneracionales profundos y sanadores.
El costo por este servicio es de 3.000 yenes por hora, lo que equivale a unos 20 dólares estadounidenses aproximadamente. La empresa que lo implementó se llama Client Partners, y cuenta actualmente con más de 100 abuelitas activas en su red, todas ellas dispuestas a compartir tiempo, escucha y sabiduría con quienes las necesiten.
De acuerdo con el medio japonés SoraNews24, esta iniciativa nace como respuesta a una necesidad creciente en la sociedad japonesa: el deseo de muchas personas de sentirse acompañadas y conectadas emocionalmente. Japón enfrenta una alta tasa de envejecimiento poblacional, y cerca del 25 % de las mujeres mayores de 65 años aún se encuentran trabajando, ya sea por necesidad económica o por el deseo de mantenerse activas y útiles en su entorno.
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Este tipo de programas no solo brindan un apoyo valioso a las nuevas generaciones, sino que también representan una oportunidad digna y significativa para las mujeres mayores, quienes muchas veces son marginadas del mercado laboral formal. OKObaachan demuestra que en Japón aún se pueden encontrar formas innovadoras de crear comunidad, dignificar la vejez y preservar las tradiciones a través del cariño y el intercambio humano.