La Seguridad Social depende cada vez más de prestadores externos

La Seguridad Social enfrenta una paradoja: sus servicios de salud se sostienen cada vez más con prestadores externos, mientras sus propias capacidades se debilitan.

Ocho años bastaron para transformar por completo el mapa de atención en el IESS. En 2024, la institución desembolsó más de USD 383 millones a 346 prestadores externos. Sin embargo, la propia entidad reconoce que esta cifra corresponde apenas al 30% de su ejecución real, por lo que el gasto total se disparará en cuanto se consoliden todos los registros.

Hoy, la red de prestadores privados supera con creces a la infraestructura propia: mientras el IESS cuenta con 102 hospitales y unidades a nivel nacional, la red externa se ha convertido en el verdadero eje de la atención.

Los hospitales que más pacientes derivan son el Teodoro Maldonado con 3 000 pacientes al mes. Le sigue el Hospital de los Ceibos con 1 200 pacientes y el Hospital Carlos Andrade Marín, con 580 mensuales.

Aunque la Seguridad Social dispone de hospitales de segundo y tercer nivel —con capacidad para atender casos complejos, además de consulta externa, emergencias y hospitalización—, muchos afiliados son derivados a prestadores privados. Lo contradictorio es que diagnósticos simples, que según especialistas podrían resolverse en sus propias unidades médicas, terminan afuera.

Durante 2024, el IESS derivó a 26 738 con diagnóstico de hipertensión primaria. Por caries dentales a 13 133 personas, por dolor abdominal pélvico a 5 384 pacientes y algo que llama la atención, envió a centros de salud privados a 23 412 pacientes por exámenes generales. Eso implica personas sin quejas o sin un diagnóstico determinado 36 161 personas.

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Crisis sistemática de la seguridad social

Esto da la medida, según la docente investigadora María Belén Mena, de la crisis sistemática de la seguridad social .

En cuatro meses de este año, que es la información que consta en la seguridad social, el IESS envió a 572 236 afiliados y jubilados a que se atiendan en centros privados.

Y en solo cuatro meses, el IESS gastó más de 157 millones de dólares en derivaciones. Equivale a construir un hospital nuevo y equipado, como el Quito Sur, inaugurado con 160 millones de dólares, pero la cifra de las derivaciones seguirá aumentando hasta diciembre, mientras tanto, la red propia de la Seguridad Social permanece insuficiente y, en muchos casos, subutilizada.

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