Regreso a clases | ¿Cómo afrontar el bullying en las aulas?
Con el inicio del nuevo año escolar, es fundamental que padres, docentes y autoridades tomen conciencia del acoso escolar. Según un estudio del Ministerio de Educación en colaboración con UNICEF, uno de cada cinco estudiantes, entre 11 y 18 años, ha sido víctima de acoso escolar alguna vez.
Los hallazgos de este informe muestran que las principales formas de acoso, en orden de prevalencia, son los insultos, los rumores, la sustracción de pertenencias, el ciberacoso y los golpes. La Amazonía (27%) y la Costa (26%) tienen una mayor afectación que la Sierra (20%).
A nivel nacional, no se registraron diferencias significativas entre hombres y mujeres. Sin embargo, por tipo de violencia o acoso sí se revelan diferencias. Por ejemplo, los hombres sufren más de insultos y golpes, mientras que las mujeres padecen más rumores, revelación de secretos y ciberacoso.
Señales de alerta y prevención
Para prevenir el bullying, es esencial que los padres reconozcan las señales de alerta, que están principalmente ligadas al comportamiento de los niños y adolescentes. Cambios de humor, aislamiento, miedo a ir a la escuela o la pérdida de objetos personales son indicios de que algo no anda bien.
No se debe ser indiferente ni minimizar los hechos al momento de detectar un caso de acoso escolar. Los especialistas indican que es necesario promover la educación al respecto para que los niños y adolescentes puedan hablar sobre este tipo de acciones y no se vuelvan partícipes de las mismas.
Bullying: Un acoso intencional y reiterativo
El acoso ocurre con mayor frecuencia en las aulas y los patios, y a menudo, es presenciado por otros estudiantes y, en muchos casos, por los propios docentes. Por ejemplo, en los casos de acoso por insultos, tres de cada diez casos son presenciados por amigos del agresor y ocho de cada diez, por otros compañeros.
En Ecuador, el Ministerio de Educación ha registrado 1.195 casos de acoso escolar entre 2022 y 2024. De este total, 609 se reportaron en 2022, 432 en 2023 y 154 en 2024. Estos casos pueden dejar secuelas profundas en la vida diaria de los estudiantes.
Un caso que se registró en octubre de 2024, un estudiante sufrió bullying en un plantel de Quito por parte de un joven de 16 años. Los padres aseguraron que el menor agredido estuvo a punto de perder la pierna debido a los golpes que recibió.
A inicios de febrero de 2025, la madre de un adolescente de 16 años aseguró que su hijo se había quitado la vida debido al bullying que enfrentaba en su colegio. El Ministerio de Educación respondió que no había recibido ninguna denuncia de violencia física o acoso escolar por parte de ese estudiante.
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La ministra de Educación, Alegría Crespo, expresó que las burlas, la exclusión y la agresión afectan el bienestar emocional, la autoestima y el desarrollo de los estudiantes. Por eso se lanzó la campaña ¡No al Bullying! Juega con respeto, gana con valores, una iniciativa lanzada en febrero del 2025 que busca promover el respeto, la inclusión y la empatía a través del deporte y la educación.
Protocolos y acciones oficiales
Ante la problemática, el Ministerio de Educación cuenta con protocolos para la prevención y el abordaje del acoso escolar. El Plan Nacional de Prevención de Riesgos Psicosociales en el Sistema Educativo se enfoca en la detección, intervención, derivación y seguimiento de los casos. Las autoridades del plantel tienen la obligación de alertar al Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) ante cualquier sospecha.
También, se puso en marcha un programa llamado Educando en Familia para fomentar la colaboración entre las instituciones educativas y las familias. El programa recalca que el acoso es una forma de violencia que debe prevenirse y abordarse de manera conjunta, y que es importante establecer una buena comunicación y confianza entre padres e hijos.
¿Qué debemos hacer como padres?
La prevención del bullying es una responsabilidad compartida. Se requiere de un esfuerzo conjunto de docentes, padres y autoridades. Es fundamental que las familias no deleguen toda la responsabilidad a la escuela y que las instituciones no culpen a los padres. Es necesaria una corresponsabilidad, que se base en la colaboración y una comunicación constante.
La influencia parental es crucial en las primeras etapas de vida de los niños. Es en el hogar donde los menores aprenden a manejar sus emociones y a resolver conflictos. Estos aprendizajes tempranos son la base para una convivencia saludable. No se debe esperar que las escuelas resuelvan los problemas que se originan en casa.
El ciberacoso y sus peligros
El ciberacoso es más difícil de detener porque las agresiones pueden llegar a públicos masivos en cuestión de segundos, lo que aumenta el daño emocional y crea una sensación de no tener escapatoria. Este entorno demanda estrategias específicas para manejar la convivencia digital y proteger a los niños de los peligros de internet.
¿Qué hacer si eres víctima o testigo de acoso?
Si eres víctima de acoso o conoces a alguien que lo es, hay varios pasos que se deben seguir. Lo más importante es hablar con una persona adulta de confianza, como un padre o un profesor.
En el caso de ser testigo de un incidente de bullying, se aconseja pedirle al agresor que pare de molestar. Es importante tratar de controlar el miedo o el enojo, ya que a los acosadores les agrada ver el efecto que causan en otras personas. Se debe buscar ayuda de un adulto para que te apoyen, de preferencia docentes y representantes.
Herramientas para la prevención
Para abordar esta compleja situación, los docentes, padres de familia, y estudiantes deben trabajar en conjunto. Para prevenir estos comportamientos es importante promover la empatía, el respeto, y crear un entorno seguro y de confianza en casa.
Por último, es fundamental que el sistema educativo cuente con protocolos claros para actuar en casos de violencia. Estos deben incluir la escucha activa, una intervención inmediata para detener la situación, apoyo emocional a la víctima y al agresor, y la colaboración con las familias.
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