El 87% de personas trans en Ecuador no tiene empleo

Según el Consejo Nacional para la Igualdad de Género, la mayoría de desempleados de la población LGBTQI+ en Ecuador son mujeres trans.
Marcha del Orgullo LGBTI, en Quito.()
14 sep 2023 , 14:00
Redacción

Desde que tiene memoria, Mariasol Mite recuerda vestirse con la ropa de su abuela a lo largo de su infancia. No fue hasta que cumplió 18 años que realmente asumió su identidad de género como una mujer trans. “Yo no podía seguir viviendo con un disfraz de hombre, necesitaba salir de ese disfraz, de ser quien siempre he sido”. Desafortunadamente, al momento de obtener su título universitario, fue cuando se encontró por primera vez con la dura realidad de lo que significa ser transgénero en el Ecuador.

Ante la decisión de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte en reconocer a Mariasol como licenciado en mercadotecnia en lugar de licenciada, se marcó el inicio de una lucha de algunos meses de duración. En el año 2017 este caso provocó la intervención de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), seguido de una denuncia en el Consejo de Educación Superior (CES). Sin respuesta, Mariasol se vio obligada a llevar el caso hasta la Presidencia de la República. Fue así que pudo finalmente ser nombrada como licenciada en el sistema educativo ecuatoriano.

El 87% de personas trans en Ecuador no tiene acceso a un empleo, según el Consejo Nacional para la Igualdad de Género. La deserción escolar, la falta de apoyo familiar y la alienación social son todos factores que ubican a los ciudadanos transgénero en un estado de vulneración, aumentando la tasa de desempleo entre miembros de esta población minoritaria en todo el país. De igual manera, la gran mayoría de este porcentaje está conformada por mujeres transgénero.

LEA: Así puedes denunciar el acoso laboral en Ecuador, según el Ministerio de Trabajo

Como lo describe Ricardo Chica, coordinador de Status Queer, el colectivo de jóvenes por las diversidades sexo genéricas. “Desde la propia entrevista de trabajo se puede crear un ambiente discriminatorio. Se puede ver cómo a personas trans con un título se les están cerrando las puertas, peor aún a personas que han tenido que recurrir a empleos clandestinos como método de supervivencia. A las personas trans se las excluye de la narrativa del trabajo decente”. El 70% de personas trans no ha acudido a una entrevista de trabajo luego de asumir su identidad de género y el 90% no puede acceder a un trabajo formal (encuesta MOVILH 2022).

Desde una perspectiva empresarial, jefa de recursos humanos, Graciela Casamayor Pico, subraya la influencia que la política organizacional tiene en estos patrones de discriminación debido a la cultura conservadora y ortodoxa presente en el proceso de selección de nuevos empleados. El ser trans en un plano de apariencia física, en varios casos, es visto como poco profesional, lo que termina en el rechazo de varios candidatos de esta población. Desafortunadamente, este prejuicio puede insertarse en este proceso, calificando a una persona trans como no apta para una posición de trabajo.

En el ámbito legal, Núa Fuentes, socióloga en ciencias políticas y ex funcionaria pública en el Ministerio de Trabajo, identifica las diferentes maneras en las que el Estado falla en su política de cupo laboral trans en el Ecuador. Así mismo, recalcando una necesidad urgente de concienciación social y política cuando se trata de la creación de espacios seguros para ciudadanos de la comunidad LGBTIQ+.

LEA: El desempleo va en aumento: estas son las razones

Como partícipe en la inclusión de las mujeres trans en el proyecto de ley denominado como Economía Violeta, estipulando la protección de esta minoría social en ambientes laborales a nivel nacional, Núa Fuentes también explica la importancia de una obligatoriedad de tener un cierto porcentaje de trabajadores trans por empresa. “Actualmente no sabemos en que quedarán esas leyes. Están paradas. Lamentablemente, solo podemos esperar a que la próxima asamblea nacional vuelva a acoger este tema”, instó Fuentes.

En respuesta a la solución de establecer cierto porcentaje obligatorio a las empresas de empleados transgénero, Graciela Casamayor declaró que esta propuesta no es del todo viable. “La creación de estos porcentajes tan solo re-victimiza a los empleados transgénero. Esta población siempre ha existido y estas políticas solo logran separar a esta población de la normalidad. Al final del día son igual que el resto de la sociedad normativa”, estipula la jefa de recursos humanos.

Como consecuencia a esta problemática en el Ecuador, varios empleados de la comunidad trans son obligados a invisibilizar su identidad de género en el área de trabajo o experimentan un nivel de discriminación y acoso profesional. Emilio Villafuerte, un trabajador del sector público que se identifica como parte del colectivo trans en el Ecuador, expresa la importancia de la creación y comunicación de ciertos sistemas de defensa que los trabajadores pueden poner en práctica para mantener una estabilidad laboral.

“Cuando la parte contratista identifica que un aplicante es parte de la comunidad LGBTIQ+, automáticamente se le cierran las puertas [...] Tristemente, esto lo presenté en un acta administrativa y empecé una denuncia por acoso. Como muchos otros, yo formo parte de la clase trabajadora, y si no trabajo, no subsisto. Me veo obligado a desarrollar estos mecanismos de defensa”, declaró Emilio Villafuerte al describir una situación de vulneración personal.

Según un estudio realizado por la organización Mujer y Mujer en el 2021, el 85% de personas LGBTQI+ en el Ecuador han vivido distintas formas de violencia. De este porcentaje, solo el 15% ha pedido ayuda o ha emitido una denuncia formal.

LEA: Esta latina se convirtió en la primera concursante del Miss Universo casada y con hijos en la historia

En respuesta a esta narrativa de violencia que ha sido romantizada por los medios que han intentado representar la experiencia trans en el Ecuador, es curioso toparse con casos similares a los de Mariasol Mite e Isabel García. Dos mujeres que han consolidado su imagen como profesionales libres de discriminación, honrando su privilegio, no como un factor de competencia y comparación, sino como evidencia de que las mujeres transgénero pueden salir adelante en el Ecuador. En la actualidad, Mariasol Mite trabaja como Responsable de la Unidad de Planificación, Evaluación y Seguimiento de Gestión del Hospital General Guasmo Sur, un puesto de trabajo que pudo conseguir después de terminar su maestría en Comunicación y Proyectos Sociales.

Por otro lado, dermocosmiatra y emprendedora, Isabel García, aseguró lo siguiente en respuesta a su experiencia como una mujer transgénero en el Ecuador, “Me llena el poder ser un pequeño ejemplo para la comunidad LGBTIQ+. Me gusta ser un punto de motivación más que un referente de resentimiento. Me gusta pensar que soy un ejemplo a seguir de las futuras generaciones trans. Y como yo se decir, ‘que no te dé miedo, es más frustrante no salir de ese closet, a ser feliz. Porque si se puede’”.

LE PODRÍA INTERESAR: En Brasil la homofobia será castigada con prisión

TAG RELACIONADOS