El exoficial de la policía Ronald Herrera es un testigo clave en el caso Villavicencio
Ronald Herrera es el testigo clave de la Fiscalía en el caso Villavicencio. Es un exoficial de policía que actualmente podría ser capitán, pero en su lugar es un reo cercano a Daniel Salcedo.
¿Cómo llegó a eso? Según su testimonio, se incorporó a la policía en 2013 y creció profesionalmente cuando fue llamado a la Unidad Antidelincuencial, UIAD. Es una selecta unidad de la policía dedicada a desarticular bandas criminales.
Ahí fue formado para hacer inteligencia, vigilancia y rastreos de sus objetivos. El nombre que utilizaba para infiltrarse era “Jonathan”, en honor a uno de sus preparadores.
Participó en los operativos “eslabón”, promocionados por el ministro del Interior de la época, José Serrano, quien finalmente lo reclutó para misiones clandestinas.
“Estas misiones se basaban en vigilar y seguir a opositores políticos (...) implantar evidencias en allanamientos (...)la entrega de 116 cédulas de ciudadanía ecuatoriana para varios disidentes de las FARC (...) la compra de armamento a este mismo grupo subversivo para posterior ser entregado a la organización delictiva los Choneros”.
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En agradecimiento, era el oficial elegido para los mejores cursos y felicitaciones que abonaban a su hoja de vida, clave para los ascensos.
“Recuerdo en una ocasión en el auditorio del Cuartel Policial la Delicia de la ciudad de Quito, personalmente me condecoró con la condecoración al mérito profesional”.
Serrano lo envió a proteger a dos familias cuencanas y en esa provincia fue apresado pro el robo y el asesinato de un comerciante. Él culpó a una mujer que era su fuente de información junto a otras personas:
“Por robarle la cantidad de mil dólares lo terminaron matando y prácticamente me vincularon arbitrariamente en ese proceso y me dieron una sentencia de 34 años y 8 meses por un delito que no cometí en el grado de coautor. La institución policial me dio la espalda y el doctor José Serrano se abstuvo de pronunciarse al respecto”.
Terminó en la Cárcel 4, donde conoció a Daniel Salcedo, segundo en reclutarlo por sus habilidades.
Según él, en 2022 Salcedo compró su libertad, pero volvió a caer por el robo a cajeros automáticos y sigue siendo mano derecha de Salcedo. Hoy ambos cooperan en el caso Villavicencio.