El crimen organizado de Ecuador sigue infiltrándose en urbanizaciones ante reglas fáciles de eludir

El asesinato de hombres dentro de urbanizaciones es una muestra que el crimen organizado opera en estos espacios. Se aprovechan de un área gris lgal.

Pese a varios casos de irrupción de delincuentes, los reglamentos que rigen a las urbanizaciones siguen intactos. En la mayoría de casos, administradores y dueños de casas no están obligados a presentar contratos de arriendo inscritos en notaría y en los casos que sí se inscriben estos documentos no detallan a profundidad quién habita la vivienda, por lo que es imposible saber sus antecedentes penales.

Así lo confirmó a Televistazo el gremio de notarios. Además, otra razón de que los narcos eligen este tipo de viviendas sería porque los cantones de Daule, Samborondón y Guayaquil están estratégicamente ubicados a pocos minutos del sistema portuario más importante del país.

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"Son seleccionadas porque están dentro de un margen entre 15 a 40 minutos de desplazamiento para llegar hacia los patios hacia los sectores donde están los contenedores o los puertos en sí", menciona Mario Pazmiño, coronel retirado y experto en seguridad internacional.

Entre las tres ciudades, que conforman el Gran Guayaquil, hay cerca de 650 urbanizaciones. Tras cámara, la Policía admite que puede ingresar a las ciudadelas, pero no a las casas salvo que exista una alerta. Y ahí, entre muros y jardines impecables, es donde se cometen los delitos.

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Últimos hechos de violencia en urbanizaciones de Guayas

La madrugada del 9 de agosto, el silencio de una urbanización en La Aurora, Daule, se rompió con ráfagas de fusil. Diez hombres armados ingresaron con un tag electrónico, sometieron a los guardias, sabotearon las cámaras y ejecutaron a dos personas dentro de una vivienda.

Según expertos en seguridad consultados por Televistazo, el tema no es aislado. En enero, en Samborondón, cayeron dos hombres con fusiles; también en ese mes, pero en Daule, alias Fede, supuesto cabecilla de Los Águilas, fue detenido con droga, dinero y armamento.

En otro caso, en febrero, cuatro hombres fueron masacrados dentro de una casa. Entre los asesinados estaba alias Cantuña, expolicía relacionado al tràfico de drogas.

Todos estos hechos ocurrieron en viviendas dentro de ciudadelas privadas: el acceso es limitado, el perímetro es cerrado y para ingresar se debe cruzar por garitas de control.

"Se les hace mucho más fácil a ellos poder ir a esconderse y encaletar la sustancia ilícita que ellos trafican armas", indica Jorge Villacreses, presidente de la Cámara de Seguridad.