30 especies de aves acuáticas tienen como hogar los reservorios de la Empresa Eléctrica Quito
Aves como el ánade gargantillo, la golondrina barranquera y el zopilote negro, eligieron como su hogar las zonas aledañas a los reservorios de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ). Según la entidad, al ser espacios de acceso restringido, se mantienen en óptimo estado de conservación y conforman un corredor ecológico estratégico.
El último censo, realizado en julio de 2025, registró 35 especies, de las cuales 33 habitan en Guangopolo, 19 en Cumbayá y cuatro en Los Chillos.
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La Empresa Eléctrica destacó el valor ecológico de estos reservorios, como hábitats estratégicos para la fauna silvestre, incluyendo aves migratorias provenientes de América del Norte.
Dentro del sistema de generación eléctrica, el agua es conducida hacia las centrales hidroeléctricas de Guangopolo, Cumbayá y Nayón, para luego del proceso retornar al cauce natural del río Machángara.
Monitoreo de aves para su conservación
En este agosto, la EEQ participó en el Censo Neotropical de Aves Acuáticas (CNAA), una iniciativa internacional de monitoreo, que busca conservar aves, tanto migratorias como residentes, en toda la región. El monitoreo se realiza dos veces al año, en febrero y julio, desde el 2021.
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"(Los reservorios) están construidos con una base de tierra, lo que favorece el desarrollo de microfauna. Esta riqueza biológica atrae a distintas especies de aves y contribuye a un ecosistema más equilibrado", explicó Verónica Vizcaíno, directora de Participación Socioambiental.
Entre las aves más destacadas está el ánade gargantillo, un pato de cuerpo marrón y mejillas, garganta y cola blancas; la golondrina barranquera: una de las golondrinas neotropicales más comunes; y el zopilote negro, un ave carroñera clave en los ecosistemas.