Romper con la dictadura en Venezuela, diferenciarse del correísmo y cambiar sus posturas: las tareas para renovar la izquierda en Ecuador

En los últimos tres meses de fiebre electoral, quedó en evidencia la profunda desconexión y falta de representatividad de la izquierda ecuatoriana. Temas que históricamente fueron sus banderas, como los derechos humanos, el rechazo al extractivismo, la oposición al FMI o la lucha contra la corrupción, hoy parecen haber perdido fuerza entre sus propios voceros, partidos y simpatizantes.

Por ello, en el programa POLÍTICAMENTE CORRECTO del domingo 4 de mayo, tres panelistas coincidieron en que el progresismo ecuatoriano necesita una transformación urgente, por lo que plantearon al menos tres pilares clave para intentar reconstruirse.

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1. Romper con los autoritarismos

Ramiro Ávila Santamaría, militante de izquierda y exjuez constitucional, señaló que el primer gran error de la izquierda fue no haber condenado abiertamente las dictaduras de Venezuela, Nicaragua o Cuba. Y peor aún, haber respaldado una candidatura, como la de Luisa González, quien dijo en campaña que reconocería el régimen de Nicolás Maduro.

“Yo soy de izquierda y no comulgo con la dictadura venezolana ni con ninguna otra. Ese no debe ser nunca el modelo a seguir, y el gran defecto fue no haber condenado esos autoritarismos a tiempo”, sostuvo Ávila. Según el exjuez, esa postura alejó a miles de votantes, incluidos sectores afines al movimiento indígena y a jóvenes críticos con el autoritarismo.

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2. Diferenciarse del correísmo

Para el politólogo Julio Echeverría, otro factor determinante es que el correísmo acaparó toda la representación de la izquierda, pero bajo un modelo neopopulista con tintes antidemocráticos. Por ello, advierte que, si el progresismo quiere sobrevivir, necesita diferenciarse de esa tendencia, revisar sus principios y redefinir sus causas para las nuevas generaciones.

“En el país hay varias izquierdas, pero la gran debilidad es que no logran unirse. Hace cuatro años Yaku Pérez lo intentó, pero hoy esa fuerza ha perdido respaldo”, comentó.

3. Unirse y reconstruir liderazgos

Milagros Aguirre, periodista y editora, coincidió en la necesidad de reunificar a las izquierdas. Para ella, aunque existen colectivos fuertes como los ambientalistas, feministas, LGBTI+, animalistas y demás, cada grupo actúa por su cuenta, sin una agenda común que los una.

Sin embargo, la panelista encontró otro problema en el progresismo: la ausencia de partidos sólidos y liderazgos convincentes. “Partidos como la Izquierda Democrática o la Democracia Popular dejaron un vacío que nadie ha logrado llenar”, afirmó.

¿Una nueva Constitución podría ayudar?

Aunque actualmente se debate la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente, los tres panelistas coinciden en que una nueva Constitución no garantiza el fortalecimiento de la izquierda. De hecho, sostienen que la Carta de 2008 contiene principios fundamentales, como el reconocimiento de los derechos plurinacionales y ambientales, que el progresismo debería defender.

No obstante, reconocen que es necesario reformarla, pero no a través de una Constituyente, sino mediante reformas desde la Asamblea Nacional, sin desmontar las bases progresistas ya establecidas.

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