La terminal de Guayaquil registra baja demanda de pasajes por temor a protestas
El anuncio de una manifestación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en rechazo al alza del precio del diésel y a otras medidas del Gobierno de Daniel Noboa, impacta este lunes 22 de septiembre en los viajes interprovinciales, sobre todo hacia localidades de la Sierra y la Amazonía.
Aunque hay muy pocas vías cerradas y la jornada transcurre con regularidad, hay ciudadanos que optaron por no viajar, mientras que las cooperativas de buses han decidido reducir sus rutas.
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Este escenario se evidencia en la Terminal Terrestre Jaime Roldós Aguilera, en el norte de Guayaquil, donde la venta de pasajes hacia provincias andinas y amazónicas es baja, mientras que los destinos de la Costa continúan siendo los más cotizados.
"No hay afluencia de pasajeros", señaló una vendedora de boletos de la cooperativa Alausí, que tiene tres frecuencias diarias desde el Puerto Principal hacia Chimborazo, pero que este lunes solo programó una salida, a las 16:00.
Una representante de la cooperativa Chimborazo informó que sus buses no estaban operando y que la venta de pasajes estaba suspendida debido a la falta de usuarios. En tanto, desde la cooperativa Riobamba, que conecta con Sucúa, Macas y Yantzaza, se indicó que la demanda estaba "súper baja". Lo mismo ocurría con la cooperativa Alianza, que viaja hacia Azuay: aunque mantenían el servicio activo, casi no había pasajeros.
Con corte a las 09:00, el ECU 911 reportó cierres viales en Otavalo, Cayambe, Quito y Orellana. En el resto del país, las actividades se desarrollaban con normalidad.
Paralelamente, en Latacunga, ciudad donde el presidente Daniel Noboa trasladó la sede del Ejecutivo la semana pasada, arribaron cientos de ciudadanos para respaldar su gestión ante la convocatoria de protestas. Cotopaxi, una de las provincias con mayor población indígena, figura entre las zonas más conflictivas en escenarios de movilización.
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La Conaie anunció la semana pasada un paro nacional indefinido en rechazo al incremento del diésel, tras la eliminación del subsidio. A esta demanda se suman pedidos como la reducción del IVA del 15 % al 12 %, acciones contra la inseguridad y oposición a la actividad minera y extractiva.
El llamado a la protesta ocurre mientras rige un estado de excepción en siete provincias por "grave conmoción interna" y un toque de queda en cinco de ellas, decretados por Noboa.