Préstamo del BID para salud genera debate sobre el manejo fiscal del Gobierno
El presidente Daniel Noboa anunció en su cuenta de X que el país obtendrá un préstamo de USD 250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo.
Según Noboa, los recursos serán para comprar medicamentos y mejorar el servicio de salud pública. El manejo de estos fondos estará a cargo del Comité de Salud, integrado por el ministro del ramo, Jimmy Martin, el presidente del IESS, Édgar Lama, la vicepresidenta María José Pinto y Cinthya Gellibert.
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Ese mecanismo de financiamiento trae reacciones, sobre todo por la regla fiscal, que manda a que prohíbe que se financien gastos permanentes con ingresos temporales, como una deuda.
“Los préstamos, que son de largo plazo y no corrientes. Esto podría contravenir disposiciones del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas”, dice Andrés Albuja, economista.
El analista señaló además que el Estado debería destinar al menos el 4 % del Producto Interno Bruto al sistema de salud, pero actualmente invierte cerca de mil millones de dólares menos.
“No es que está beneficiandose al sector de la salud sino que se lo ha descuidado y esto es un efecto bola de nieve que provoca ese liquidez en las finanzas públicas y que no se pueda afrontar con los pagos”, añade Andrés Albuja, economista.
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La Alianza Nacional por la Salud pidió que los procesos de compra y distribución de insumos sean públicos y sujetos a veeduría ciudadana.
“Y es un hálito de esperanza. El tema es ¿cuántos medicamentos va a comprar? ¿Cuándo se va a comprar? Que haya una sostenibilidad del sistema de salud porque no podemos seguir con préstamos para medicamentos cuando debería estar dentro del presupuesto del Estado”, menciona Gustavo Dávila, presidente de la Alianza Nacional por la Salud.
Ni el Ministerio de Salud ni el IESS han detallado cuándo recibirán este préstamo ni los mecanismos para su administración.