200 niños de Cotopaxi volaron por primera vez gracias a programa de la FAE

El programa Alas para la alegría se retomó luego de cinco años. Los beneficiarios son de Latacunga y Pujilí y se embarcaron en el Hércules C-130 desde donde contemplaron el Cotopaxi, el Tungurahua y el Chimborazo.
200 niños de Cotopaxi volaron por primera vez gracias a programa de la FAE.()
04 dic 2025 , 20:13
Televistazo

200 niños de Latacunga llegaron el jueves 4 de diciembre de 2025 al Aeropuerto Internacional Cotopaxi con una mezcla difícil de contener: curiosidad, nervios y esa alegría que se enciende cuando algo que parecía imposible se vuelve realidad. Después de cinco años, la Fuerza Aérea Ecuatoriana retomó el programa Alas para la alegría.

Para cada uno de estos pequeños —oriundos de parroquias rurales de Latacunga y de Pujilí— este día marcó el momento en que subieron a un avión por primera vez. Con su ticket de abordaje entre las manos, caminaron hacia el Hércules C-130, un gigante metálico que los esperaba con la rampa abierta.

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Rolando Rosero, comandante del Grupo de Vuelo, indicó que la aeronave tiene capacidad de transporte de 90 pasajeros. Los vuelos duran 30 minutos y pasan por las comunidades hasta Ambato y retornan.

Ya dentro, los cinturones se ajustaron entre risas y manos inquietas. En el aire, la sorpresa llegó: desde las ventanas, los niños descubrieron la cordillera oriental y vieron el volcán Cotopaxi, el Tungurahua y el Chimborazo, que se alzaron despejados en el horizonte mientras los tripulantes les señalaban detalles del paisaje.

Al aterrizar, el entusiasmo se desbordó. Corrieron hacia el avión para fotografiarse junto a él, como si quisieran asegurarse de que la aventura no se les escape de la memoria

Erik Taipe participó en el vuelo. Dijo que le encantó ver las montañas y pasar cerca del volcán.

La jornada cerró en tierra con juegos y actividades para que la emoción del vuelo se extendiera un poco más. Estos pequeños descubrieron cómo se siente dejar la tierra atrás y, en su primer vuelo, entendieron que algunos sueños se cumplen mirando por una pequeña ventana.

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