Cada año más de 7 500 personas son hospitalizaciones por asma en Ecuador
Dylan, de 10 años, no podía dejar de toser, y su pecho silbaba al respirar y la flema le impedía hablar con claridad, es por eso que este pasado martes, su madre lo llevó a una terapia respiratoria tras sufrir un cuadro severo de asma, una enfermedad que afecta a más de 2,2 millones de personas en Ecuador.
El 40 % de esos pacientes presenta asma moderada pero persistente, con síntomas como tos continua, silbidos al respirar y dificultad para llenar sus pulmones de aire, y el resto, aunque tiene una forma más leve, no está exento de crisis.
Cada año, al menos 7 500 personas son hospitalizadas por complicaciones respiratorias derivadas del asma, según datos del Ministerio de Salud.
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El doctor Iván Chérrez, neumólogo alergólogo, explica que “los pacientes asmáticos suelen tener primero una infección viral. En épocas de muchos virus, la enfermedad empeora y los síntomas se agravan. La contaminación ambiental y los cambios bruscos de temperatura también son factores de riesgo”.
Los más vulnerables, según los especialistas, son los niños entre 5 y 14 años, aunque también hay adultos que, por alergias o exposición prolongada a contaminantes, deben seguir tratamientos permanentes.
La terapista respiratoria Susana Correa señala que “los cuadros asmáticos se agravan cuando hay polvo, alergenos, humedad y contaminación. Todos estos factores irritan las vías respiratorias y provocan inflamación”.
Las provincias con más casos son Pichincha, Guayas, Azuay, Tungurahua y Manabí.
En casos más graves, los médicos recomiendan inhaladores, puff o broncodilatadores y nebulizaciones. Algunos pacientes requieren hasta 20 terapias, de unos 15 minutos cada una. Además, se usa un aparato de vibración en la espalda para ayudar a eliminar el moco acumulado.