El dolor se ha extendido a varias comunidades tras el accidente en Simiátug que dejó más de 20 muertos
Dos días después del trágico siniestro de tránsito en el sector Jerrana, en la parroquia Simiátug, en Guaranda, la montaña todavía guarda señales de lo ocurrido. Entre los pajonales, aparecen flores colocadas por comuneros, restos del bus destruido, retazos de ropa, y hasta una muñeca que alguien llevaba en el viaje.
En esta ruta de curvas muy cerradas, un bus de la Cooperativa Ambateñita cayó más de xx metros, dejando 22 personas fallecidas y 34 heridas. Mientras la Policía continúa la investigación del siniestro, la vida en las comunidades empieza a girar en torno al duelo. En el centro de Simiátug, varios espacios comunitarios se han habilitado para despedir a las víctimas.
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Entre velas y rezos, familiares y vecinos acompañan a quienes partieron en ese viaje, entre esas víctimas está María Piedad Aucatoma, de 30 años.
“Nosotros somos de aquí, pero hemos vivido allá en Ambato, ella estaba viniendo para acá a las elecciones para votar, estaba viniendo mi estimada cuñada”.
Pero el duelo no se vive solo en Guaranda. En Ambato, en Tungurahua, otro velatorio concentra el dolor de una familia: Ángel Ayme, el conductor del bus, viajaba acompañado de su esposa, Carmen Chimborazo, ambos de 45 años, y de su hijo Gilbert, de 17.
Los tres fallecieron, también murió María Caizahuano, hermana de Carmen. Sus cuerpos son velados en el Caserío Bellavista. Su familia cuenta que durante años, Ángel trabajó haciendo fletes en una camioneta. Hace siete meses la vendió, pidió un préstamo y compró el bus.
“Ahora ya se va, quedan mis dos sobrinitas”.
La familia asegura que un motociclista se habría cruzado en la vía y que Ángel, al intentar evitarlo, perdió el control. Sin embargo, hay un dato en investigación: el bus viajaba con más pasajeros de los permitidos.
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Aunque su capacidad era de 45 personas, a bordo iban más de 56. Mientras tanto, los heridos continúan su recuperación, de los 34 afectados varios permanecen hospitalizados en Ambato, algunos con pronóstico reservado.