Conductores lloran por los daños que manifestantes en Imbabura ocasionaron a sus tráileres, sus herramientas de trabajo
Tristeza e impotencia es lo que sienten dos conductores de tráileres después de ver cómo quedaron sus herramientas de trabajo por los daños que dejaron los manifestantes de Imbabura, quienes no dudaron en pinchar llantas, romper parabrisas e incluso provocar incendios.
Durante la mañana, un equipo de Televistazo en la Comunidad presenció cómo un conductor oriundo de Carchi cambiaba las docenas de llantas de su tráiler que manifestantes pincharon.
Él cuenta que quería pasar al norte del país aprovechando el paso de un convoy militar, pero los manifestantes se lo impidieron. Los encapuchados pincharon llantas y rompieron parabrisas.
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Iba de Guayaquil a Ipiales por USD 1 500 el flete. No ha podido completar ni siquiera un viaje en 30 días, lo que ha impedido sustentar a su familia.
Con lágrimas, hace cuentas también de los daños materiales que deberá costear. Cada llanta cuesta USD 350, "y eso la baratita nomás". Cada tráiler usa unas 18 llantas. En la vía se encontraban al menos cuatro de estos vehículos.
El hombre cuenta que no ha visto desde hace un mes a su familia porque tenía que dormir en el tráiler para que no lo desvalijen.
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Tráiler fue incendiado
En otra vía de Imbabura se pudo encontrar a Gonzalo Pita, quien regresó a la provincia para ver su vehículo tras el fin del paro. Su tráiler es uno de los más afectados, pues los manifestantes lo incendiaron y lo dejaron prácticamente inservible.
El vehículo fue incendiado la noche del 28 septiembre cuando buscaba pasar a Ibarra junto a un convoy del Gobierno
Una vez habilitadas las vías ha llegado a pedir ayuda para que alguien reconozca los daños causados que calcula ascienden a los USD 50 000.
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El propietario de este vehículo que transportaba bloques asegura que la multitud enardecida lanzaba fósforos al tanque de diésel y fue así como lo incendiaron.
Entre lágrimas pide que los dirigentes del paro o el Estado lo ayuden a recuperar el sustento de su economía.
Tiene dos hijos y por ahora está desempleado y enfrentando deudas con los bancos.
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