Hasta 800 horas y 72 trámites se requieren para crear y poner a funcionar una empresa en Ecuador

Un estudio del Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP) revela que aunque abrir legalmente una empresa es rápido y puede hacerse 100 % en línea mediante la figura de la sociedad de acciones simplificadas (SAS).

Ponerla en funcionamiento implica una carga burocrática enorme. Permisos, licencias y registros distribuidos en más de una decena de entidades públicas, como la Superintendencia de Compañías, el SRI, el IESS, ministerios, municipios, Cuerpo de Bomberos, entre otras.

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La situación se complica cuando se requieren autorizaciones específicas dependiendo de la actividad productiva.

En sectores como el camaronero, bananero o de la construcción, el cumplimiento de permisos ambientales, agrícolas o financieros puede tomar entre cuatro y seis meses y demandar en promedio 800 horas de gestión documental.

En el estudio del IEEP se identifican 72 trámites requeridos para la apertura y funcionamiento de una empresa. Esa cantidad varía según la actividad económica.

"Poca coordinación entre ellas (las entidades). El empresario ecuatoriano tiene que tocar puertas y puertas, institución tras institución, para conseguir las licencias y permisos que necesita para colocar el primer producto en percha. No están centralizados, sino que están repartidos en un montón de instituciones, en un montón de leyes", dice Esteban Pérez Medina, especialista en derecho económico.

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Fuera de esa duplicidad, hay un problema estructural. Para Gerardo Verdecia, del IEEP, el exceso de trámites es consecuencia de décadas de acumulación normativa, falta de coordinación entre instituciones y ausencia de voluntad política para modernizar el sistema.

"No hay claridad perfecta en las reglas, a la hora de que todos los funcionarios de todas las entidades sigan un mismo libreto o una misma lista o un mismo listado de trámites y de documentos requerido (...) esto abre la puerta hasta la corrupción, dentro de lo que es los funcionarios y la burocracia”, expresó.

Cerrar una empresa tampoco es sencillo. María Paz Gómez lleva casi un año intentando disolver su consultora. Ha gastado USD 300 en asesoría legal, y el proceso aún no termina.

"Se calcula que es cerca de unos tres o seis meses en el proceso de cierre. Te genera gastos adicionales cuando tú ya estás cerrando la empresa es porque ya no estás facturando", indica.

Para los expertos, digitalizar sin simplificar no sirve porque la burocracia solo cambia de formato. Los 72 pasos pudieran ser reducidos segun ellos a la mitad: basta eliminar requisitos duplicados y cruzar datos entre instituciones.

"Lo que debemos de apuntar es que cada una de estas categorías tenga solo un ente de control y este ente cruce la información con los demás (...) tenemos actividades que tienen hasta tres entes de control, como es el camarón. Yo no pienso que este tipo de trámites deban de demorarse más de como mucho mes y medio, y no estar esperando medio año", dijo Verdecia.

El hecho cierto es que la simplificación de trámites no es una prioridad para la administración actual. Y mientras eso no cambie, Ecuador seguirá estancado, con menos inversión y menos empleo.