Refinería de Esmeraldas: incendio paralizó la unidad clave de producción y se presenta el plan de recuperación
La Refinería de Esmeraldas, la principal planta de procesamiento de combustibles del país, atraviesa una de sus peores crisis operativas tras el incendio registrado el pasado 26 de mayo. El siniestro afectó la Unidad de Craqueo Catalítico Fluidizado (FCC), esencial para la producción de nafta, y provocó daños estructurales en una subestación eléctrica.
Desde entonces, el Ministerio de Energía y Minas y Petroecuador han activado un plan de recuperación que incluye la operación continua de equipos técnicos durante las 24 horas del día. Las autoridades aseguran que el objetivo es uno solo: evitar una afectación directa al abastecimiento energético nacional.
“El incendio comprometió dos tanques esenciales para el suministro de fuel oil a hornos y calderos”, indicó el ministro subrogante de Energía y Minas, Guilhermo Ferreira, quien también confirmó daños totales en transformadores y variadores eléctricos de la planta.
La emergencia se produjo en un complejo que, aunque estratégico, ha sido blanco de cuestionamientos técnicos, sobrecostos y fallas recurrentes en los últimos años. Según datos oficiales, el incendio inició en un área crítica del sistema de combustión y obligó a detener varias operaciones.
¿Qué medidas se están tomando?
Según información difundida por el Gobierno, el plan de recuperación contempla:
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La Refinería de Esmeraldas produce alrededor del 70% de los derivados que se consumen en el país, entre ellos gasolinas, diésel y fuel oil. Cualquier afectación prolongada a su operación representa una amenaza directa al suministro nacional.
Aunque las autoridades aseguran que por ahora no hay riesgo de desabastecimiento, el país ya ha vivido episodios previos donde los problemas estructurales en Esmeraldas desencadenaron importaciones de emergencia o interrupciones en la distribución.
El incendio reaviva el debate sobre el estado real de la infraestructura energética del Ecuador, una que ha recibido millonarias inversiones en repotenciación, pero que sigue mostrando fragilidad frente a crisis técnicas.
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