La radiografía de tórax del Papa Francisco confirma que su salud ha mejorado
El Papa Francisco, de 88 años, continúa hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma, donde permanece desde el 14 de febrero debido a una neumonía bilateral y complicaciones respiratorias. Este miércoles 12 de marzo, el Vaticano confirmó que la última radiografía de tórax realizada al pontífice ha mostrado signos de mejoría, consolidando los avances en su estado de salud.
Según el informe médico, a pesar de la complejidad de su cuadro clínico, su estado se mantiene estable y los especialistas consideran que ya no se encuentra en peligro inminente.
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Tratamientos y cuidados diarios
Durante su estancia en el hospital, el papa ha seguido un régimen estricto de cuidados médicos que incluyen fisioterapia respiratoria y motora, así como el uso de cánulas nasales de alto flujo para recibir oxígeno durante el día, mientras que por las noches se le administra ventilación mecánica no invasiva mediante una máscara.
El equipo médico ha destacado que estos tratamientos han sido clave para su recuperación, permitiéndole recuperar progresivamente la estabilidad pulmonar y mejorar su capacidad respiratoria.
Actividad espiritual y reposo
A pesar de la hospitalización, Francisco sigue cumpliendo con sus compromisos espirituales. Desde su habitación en el décimo piso del hospital Gemelli, el pontífice ha estado siguiendo por televisión los ejercicios espirituales de la Curia Romana por la Cuaresma, que se celebran en el aula Pablo VI del Vaticano.
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Este miércoles, el papa inició su día recibiendo la eucaristía, para luego dedicar la tarde a la oración, el reposo y sus sesiones de fisioterapia.
Los médicos insisten en que, aunque su estado sigue siendo delicado, su evolución es positiva y continuará bajo observación en los próximos días.