May mantiene bajo amenaza negociaciones sobre Brexit

LONDRES, Reino Unido.- May deberá pronunciarse el lunes 25 de marzo sobre sus próximos pasos. Foto: AFP.
24 mar 2019 , 05:56
Redacción

May deberá pronunciarse el lunes 25 de marzo sobre sus próximos pasos.

La primera ministra británica,, mantuvo conversaciones de crisis el domingo 24 de marzo de 2019 con colegas conservadores para recuperar el control en y bajo amenaza inminente de perder el cargo.

Según la prensa británica, en un intento por cerrar filas, la primera ministra iba a reunirse en su residencia campestre de Checkers con varios diputados conservadores, entre ellos algunos euroescépticos feroces como el influyente y el antiguo que se cree que aspiran a reemplazarla.

La reunión versó sobre "materializar el Brexit. En el encuentro se discutieron una amplia lista de temas, incluyendo si hay suficiente apoyo en los Comunes" para volver a votar explicó un

Un portavoz de Downing Street explicóconfirmó a la AFP que May mantenía conversaciones con "sus colegas".

Se espera que

que ya han rechazado de forma abrumadora dos veces.

También se enfrenta a la perspectiva de que los legisladores tomen el control de la agenda de la con el fin de mantener una serie de los llamados para revelar qué apoyo existe para otras opciones.

Organizar votos de este tipo sería "la idea más ridícula, infantil e irreal que haya visto jamás", dijo el diputado conservador favorable al Brexit, cuyos partidarios temen que la Cámara de los Comunes aproveche el momento para dar marcha atrás a la salida de la UE.

En una cumbre europea celebrada esta semana, May logró que sus socios europeos aplazaran la fecha del Brexit,

Se esperaba que May convocara un nuevo voto en el parlamento pero el viernes dio a entender en una carta a los diputados que finalmente podría no celebrarse esta semana "si no hay apoyo suficiente", lo que parece probable.

"La volveremos a presentar cuando estemos seguros de tenerlo" [el apoyo necesario], confirmó el domingo el ministro del Brexit, Steve Barclay, en la BBC.

En el caso en que May sometiera finalmente su acuerdo a los diputados,

El primero es la posibilidad misma de organizar esa votación porque, según el presidente de la cámara de las comunes, John Bercow, no se puede someter a votación de nuevo el acuerdo sin no hay cambios.

Algunos analistas creen en cambio que las últimas decisiones de la UE sí se pueden considerar como cambios.

El segundo obstáculo para May es, si finalmente se lleva a cabo la votación, lograr convencer a los diputados, tras haberles acusado de ser responsables del bloqueo en una polémica alocución el miércoles pasado.

Signo de la crisis política, el pequeño partido norirlandés DUP, que apoya a May y le permite tener una frágil mayoría en el parlamento, subrayó que la dirigente había "perdido una ocasión" de mejorar su acuerdo durante la cumbre de la UE.

Un nuevo rechazo podría además suponer el fin político de Theresa May.

Criticada por todas partes, la líder podría ser víctima de una maniobra para provocar su caída, afirmaba este domingo el periódico Sunday Times, según el cual podría ser sustituida por su vice primer ministro , un eurófilo.

Según otro periódico, el Mail on Sunday, el puesto podría recaer en manos del ministro del Medio Ambiente, , favorable al Brexit.

dijo el diputado europeo conservador Daniel Hannan en el Telegraph.

La confianza en la democracia se hunde. Esto no puede continuar. ", escribió en Twitter el diputado conservador George Freeman, un antiguo consejero de May.

Pero cambiar de dirigente replicó el ministro de Finanzas, Philip Hammond, en la televisión Sky.

Anticipando un posible rechazo del texto, los 27 socios europeos de Reino Unido propusieron dos opciones.

La primera es que el parlamento vote el acuerdo para que la salida de la UE sea organizada, alargando un poco más el plazo, hasta el 22 de mayo.

La segunda es que si el acuerdo es rechazado por tercera vez, Reino Unido tendría hasta el 12 de abril para decidir si organiza elecciones al parlamento europeo. Si decidiera organizarlas, el país podría pedir un nuevo aplazamiento, cuya duración todavía no está definida.

En caso contrario habría una salida sin acuerdo, casi tres años después del referéndum de la UE del 23 de junio de 2016.

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