Gramma, la tortuga que vivió más de un siglo en San Diego, fallece a los 141 años

Su fallecimiento ocurrió luego de que el equipo veterinario determinara que sus afecciones óseas habían progresado hasta comprometer su bienestar.
Gramma, la tortuga que vivió más de un siglo en San Diego, fallece a los 141 años.()
25 nov 2025 , 12:27
Redacción

La comunidad del Zoológico de San Diego despidió este 20 de noviembre de 2025 a Gramma, una tortuga de Galápagos cuya vida se extendió por más de un siglo y que se consolidó como una de las residentes más representativas del recinto.

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Su fallecimiento ocurrió luego de que el equipo veterinario determinara que sus afecciones óseas habían progresado hasta comprometer su bienestar.

Una testigo silenciosa de casi un siglo

Según los registros institucionales, Gramma llegó al zoológico entre 1928 y 1931 procedente del Zoológico del Bronx, formando parte del primer grupo de tortugas de Galápagos en incorporarse al espacio.

Su origen se remonta a su hábitat natural en las islas ecuatorianas, aunque la fecha exacta de su nacimiento nunca pudo determinarse. Los especialistas estiman que alcanzó los 141 años, convirtiéndose en uno de los individuos de mayor edad que ha prosperado en San Diego.

En casi un siglo de permanencia, la tortuga acompañó la transformación del zoológico y fue parte silenciosa de hitos históricos. Desde las dos guerras mundiales hasta el paso de más de veinte presidentes estadounidenses, su presencia se mantuvo constante en la Reptile Mesa, donde se convirtió en un referente para visitantes, voluntarios y trabajadores.

Un legado unido a la historia del zoológico

El comunicado oficial del Zoológico de San Diego destacó que Gramma “fue una presencia tranquila y constante, un icono querido y una extraordinaria embajadora para su especie”. El mismo texto detalló que el equipo de cuidado monitoreaba desde hace tiempo las afecciones óseas derivadas de su edad, las cuales se agravaron en las semanas previas a su fallecimiento.

A lo largo de las décadas, su figura pasó de aparecer en fotografías en blanco y negro a volverse recurrente en las redes sociales del recinto. Sus cuidadores le atribuían un carácter apacible y mencionaban su preferencia por la lechuga romana y la fruta de cactus, alimentos habituales en su rutina diaria.

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Aunque Gramma se consolidó como una de las tortugas más longevas registradas en zoológicos, no superó el récord de Harriet, otra tortuga de Galápagos que residió en Australia y que alcanzó los 175 años antes de su muerte en 2006.

El zoológico invitó a la comunidad a recordarla con un gesto simbólico: preparar una ensalada abundante de frutas, una de las combinaciones preferidas del reptil.

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