Anthony Hopkins revive a Hannibal Lecter con la faja antipapada de Kim Kardashian
Lo que comenzó como un lanzamiento más de la marca de belleza de Kim Kardashian, terminó convirtiéndose en una escena viral protagonizada por uno de los actores más emblemáticos del cine.
Anthony Hopkins, de 87 años, sorprendió a sus seguidores al aparecer en un video de Instagram usando el nuevo Seamless Sculpt Face Wrap de Skims, una faja facial diseñada para estilizar la mandíbula. Pero lo que realmente encendió las redes fue su peculiar forma de llevarlo, con una inquietante referencia a Hannibal Lecter.
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“Hola, Kim. Ya me siento 10 años más joven”, dice Hopkins en el video, donde aparece con el dispositivo facial ajustado a su cabeza, una camisa hawaiana azul y su característica mirada penetrante.
Segundos después, remata la escena con el famoso sorbido de Lecter, inmortalizado en El silencio de los inocentes (1991). “Gracias, Kim. No tengas miedo de venir a cenar”, escribió en la publicación, etiquetando a la empresaria.
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La comparación entre la faja antipapada y la icónica máscara de contención del asesino caníbal no tardó en hacerse viral. Y fue el propio Hopkins quien se encargó de capitalizar el parecido, volviendo a interpretar —aunque en broma— al personaje que le dio su primer Oscar.
Kim Kardashian, por su parte, no tardó en reaccionar. Compartió el video en sus historias con un efusivo “¡¡¡Estoy gritando!!!”, claramente sorprendida y divertida por el inesperado respaldo del actor.
El video ha sido celebrado por fanáticos y celebridades por igual. Gwyneth Paltrow lo calificó de “genialidad” y miles de seguidores elogiaron el sentido del humor de Hopkins. “Esta podría ser la mejor publicación de Instagram jamás hecha”, escribió un usuario.
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Aunque la intención de la faja de Skims es estética y rejuvenecedora, para muchos será imposible desligarla de la imagen de Hannibal Lecter, bozal incluido. Y aunque Hopkins no haya mostrado su lado más oscuro esta vez, su guiño al personaje bastó para mezclar el terror con la moda y con un toque de ironía británica.