Elecciones Ecuador 2023: Quito lleva ocho años de fraccionamiento político en el Concejo Metropolitano

A vísperas de las elecciones seccionales, la capital ecuatoriana busca superar la crisis política que protagoniza el Concejo Metropolitano.
A vísperas de las elecciones seccionales, la capital ecuatoriana busca superar la crisis política que protagoniza el Concejo Metropolitano.
01 feb 2023 , 06:10
Carlos Rojas

Entre 1988 y 2014, el Municipio de Quito fue de los pocos foros políticos del país que hacía gala de estabilidad, acuerdos cívicos sobre políticas públicas y una alternancia ordenada de las principales fuerzas que controlaron la capital de la República.

Es así que, durante las alcaldías de la Democracia Popular, encabezadas por Rodrigo Paz (1988-1992), Jamil Mahuad (1992-1998) y Roque Sevilla (1998-2000), el concejo capitalino estuvo integrado por un gran bloque de ediles de esa tendencia y por otras fuerzas minoritarias que ejercieron un papel más cívico que político.

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Tras la crisis bancaria de 1999 que pulverizó a los democristianos, llegó la era de la Izquierda Democrática que, con Paco Moncayo (2000-2009) y el interinazgo final de Andrés Vallejo, puso a la socialdemocracia como el centro de convergencia. Y en pleno auge del correísmo, Alianza PAIS captó la Alcaldía Metropolitana que, con Augusto Barrera, gobernó en mayoría en el Concejo con una impronta de izquierda.

Los problemas vinieron en 2014, cuando Barrera, a diferencia de lo que ocurrió con Mahuad y Moncayo, no pudo retener la Alcaldía ni sumar votaciones que sus antecesores tenían por encima del 50%. Su liderazgo, según el analista César Ulloa, se pulverizó desde 2009 porque el correísmo hizo de la Alcaldía de Quito uno de los principales focos de la polarización política nacional.

“Los municipios, AME y Congope se convirtieron en microsedes del correísmo; todo lo ejecutaron con votos de mayoría y aplastaron el ejercicio democrático” - César Ulloa, analista político

Así fue que un joven político de centro derecha, Mauricio Rodas, barrió en las elecciones de ese año, con el 58% de los votos y de esa contienda surgió un concejo con dos fuerzas marcadas: Alianza PAIS (11 votos) y SUMA-Vive de Rodas con nueve, más un escaño de CREO.

Sin embargo, la fuerza de Rodas se desvaneció porque, explica Ulloa, “quiso afianzar una identidad enfrentándose al correísmo en un entorno donde las estructuras de Alianza PAIS estaban bien cimentadas”. Así, todo el desarrollo de las obras fue atropellado y obstaculizado permanentemente.

En esa administración, Rodas pasó de tener un bloque consolidado de concejales, a perder casi todo el respaldo inicial: como la gente de VIVE, aliada a Antonio Ricaurte, con quien llegó al poder. Incluso, SUMA se desgranó.

La disputa nacional entre Correa y su sucesor Lenín Moreno, en la Presidencia, también fraccionó al correísmo. Así fue que el Concejo de Quito terminó con cinco fuerzas y siete ediles “independientes” que volvieron clientelar su relación con el alcalde Rodas.

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Esta es la consecuencia, explica Ulloa, de que el modelo administrativo del cabildo diseñado a partir del 2009 es proclive al reparto.

El golpe político más duro para el Municipio, como institución, se dio en las elecciones de 2019, donde por primera vez desde 1988, un alcalde ganaba las elecciones con apenas el 21,4% de los votos. Jorge Yunda se impuso en una contienda por muy pocos votos encima del triple empate que supusieron la correísta Luisa Maldonado, el exalcalde Moncayo y el académico y exasambleísta César Montúfar.

Concejo fragmentado

Así fue que Yunda lideró un concejo mucho más atomizado, donde solo tenía tres de 21 ediles propios que no fueron suficientes para que, en 2021, en medio de una lluvia de denuncias de corrupción y malos manejos administrativos en su contra, fue destituido y separado de la Alcaldía.

Su exaliado y sucesor, Santiago Guarderas, ha logrado crear un bloque de apoyo multipartidista que, si bien le ha permitido gobernabilidad administrativa, no pudo garantizarle a la ciudanía un proyecto electoral más sólido, para estos comicios.

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Las encuestas que hasta el momento han medido el comportamiento electoral de los quiteños advierten una elección similar a la de 2019, a la espera de saber cuán fragmentado puede quedar el Concejo Metropolitano.

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