Selección de Ecuador: ¿De qué manera puede encajar Jeremy Arévalo en el sistema de Beccacece?
La convocatoria de Jeremy Arévalo a la selección ecuatoriana de fútbol ha generado entusiasmo y expectativa tanto en la prensa deportiva como en la afición nacional, pero ¿de qué manera podría encajar en el sistema de juego de la tricolor?
El joven delantero del Racing de Santander de España, que atraviesa un gran momento con 7 goles en 12 partidos, será una de las novedades en la lista de Sebastián Beccacece para los amistosos ante Canadá y Nueva Zelanda, con la mira puesta en el proceso rumbo al Mundial 2026.
Lea: El Stuttgart activa negociaciones por Jeremy Arévalo
Su llegada y gran momento individual coinciden con la falta de un delantero que pueda competir por la titularidad, sumado a un reemplazo generacional de Enner Valencia.
Cualidades y perfil de juego
Con apenas 20 años y 1,81 metros de estatura, Jeremy Arévalo se ha convertido en una de las revelaciones del fútbol español. El delantero zurdo del Racing de Santander lidera la tabla de goleadores de la Segunda División con 7 tantos en 12 partidos, registrando una impresionante media de un gol cada 86 minutos. Su impacto inmediato en el campeonato ha llamado la atención no solo por su efectividad, sino también por su madurez competitiva y su capacidad para marcar diferencias dentro del área.
Arévalo es un delantero potente y de gran presencia física, capaz de jugar de espaldas al arco, aguantar el balón y asociarse con los mediocampistas en fase ofensiva. A su fortaleza se suma un notable juego aéreo y una movilidad poco común para un atacante de área, ya que puede salir del eje central y recostarse en banda para intervenir en la construcción del juego. Esa versatilidad lo convierte en un ‘9’ moderno, dinámico y participativo, ideal para sistemas que apuestan por la presión alta, la circulación rápida del balón y la constante movilidad en ataque.
Ecuador y Sebastián Beccacece: sistemas de juegos
La selección ecuatoriana de fútbol que comanda Sebastián Beccacece mutó de la línea de 3 zagueros centrales y pasó a la línea de cuatro. En medio de eso, la Tri sostiene el sistema de juego de 4-3-3 y 4-1-4-1 como plan A y plan B.
En el 4-3-3, el técnico argentino busca que el centro delantero no solo finalice las jugadas, sino que también active los desmarques de los extremos y arrastre marcas para liberar espacios. En ese contexto, Arévalo podría cumplir el rol de un “falso nueve” moderno, cayendo a los costados o retrocediendo algunos metros para combinar con los interiores. Su capacidad para atacar los espacios entre centrales encajaría perfectamente con extremos veloces como Gonzalo Plata o Nilson Angulo.
Además, su tendencia a participar en la elaboración y su instinto para definir dentro del área le permitirían ser una alternativa funcional y complementaria a Enner Valencia, quien suele desempeñarse como un delantero más finalizador.
En la variante 4-1-4-1, Arévalo podría actuar como el único referente de ataque, presionando la salida rival y liderando las transiciones rápidas. Su energía y lectura del juego lo hacen apto para sostener el bloque alto que caracteriza a los equipos de Beccacece. En este dibujo, el delantero no solo sería el primer defensor, sino también el punto de apoyo para los mediocampistas que llegan desde segunda línea.
¿Enner junto a Arévalo?
Si bien Beccacece no utiliza el 'doble nueve', sin embargo vale mencionar que Enner Valencia y Jeremy Arévalo podrían encajar como doble punta debido a los perfiles de juego, siendo una alternativa a las limitadas herramientas en ofensiva que ha tenido el entrenador de la selección.
Apuesta a futuro
La llegada de Arévalo al combinado nacional responde a la búsqueda de renovación y alternativas ofensivas en el proyecto que mira hacia Norteamérica 2026. Su rendimiento en la Segunda División española demuestra que posee ritmo competitivo, eficacia y una madurez táctica que lo hacen listo para dar el salto.
Si logra adaptarse a la intensidad y exigencia del modelo de Beccacece, Jeremy Arévalo podría convertirse en una pieza clave del futuro ataque ecuatoriano, aportando frescura, movilidad y una cuota goleadora que respalde la experiencia de Enner Valencia y el crecimiento de Kevin Rodríguez.