Noboa nos juega al susto

17 sep 2025 , 18:00
Carlos Rojas

Nada es suficiente en la agenda política nacional. Hace casi un mes, el Gobierno arremetió descarnadamente contra la Corte Constitucional, porque paró algunas de sus reformas, planteadas en leyes muy mal tramitadas por la Asamblea.

En todo este tiempo, estimados lectores, hemos hablado de una docena de preguntas para una consulta popular que no llega a concretarse. A la par, el presidente Daniel Noboa, prácticamente, dejó sin piso la posibilidad de que un importante proyecto minero se consolide para evadir la protesta en Cuenca; dijo también sin mayores detalles que Chevron ganó el millonario litigo al Estado y que se deberá pagar 800 millones de dólares, para enseguida anunciar el fin del subsidio al diésel.

El país no termina de procesar ninguno de estos temas y, ante la expectativa de que el movimiento indígena decida movilizarse, viene otra noticia bomba: el interés del Presidente porque haya una asamblea constituyente que resetee la arquitectura jurídica del Estado.

¿Cuál es el trasfondo de este anuncio? El panorama no es claro.

Es posible que, más allá del genuino interés por cambiar la carta política -proceso que demandará una campaña electoral sostenida con el riesgo de que el Ejecutivo pierda el favor ciudadano-, el objetivo sea otro. Desactivar cualquier foco de descontento ciudadano por el alza del diésel, poniendo a la ciudadanía a discutir otro tema. Claro, la Corte Constitucional tendrá validar y calificar el pedido de Carondelet que, hasta el cierre de este newsletter no se conocía a detalle.

Siempre habrá la posibilidad de que, por la forma en la que esté planteada, la pregunta se caiga.

Quizás el presidente Noboa, en realidad, espera que su propuesta no tenga cabida en el pleno constitucional, trámite que tomará varias semanas, y que hasta que ello ocurra, la bronca por el alza del diésel ya se haya aplacado.

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