Adiós a Modric, adiós a una leyenda con talento y humildad

Modric no solo representa al Real Madrid, sino a una era en la que el talento y la inteligencia fueron capaces de domar el ritmo del fútbol moderno.
Luka Modric se despide del Real Madrid.()
22 may 2025 , 13:27
Marco Carrasco

Hay despedidas que trascienden los colores. Hay adioses que duelen incluso a quienes nunca corearon ese nombre en su estadio, pero lo respetaron en silencio, con admiración. Luka Modric, el genio discreto del mediocampo, ha anunciado que dejará el Real Madrid tras el Mundial de Clubes.

No solo se apaga una luz en el Santiago Bernabéu: lo hace también una de las estrellas más nobles y elegantes de este siglo. Modric no solo representa al Madrid, sino a una era en la que el talento y la inteligencia fueron capaces de domar el ritmo del fútbol moderno.

Llegó en 2012 como una apuesta y se va como una leyenda. Trece años después, con 28 títulos en su mochila, incluido un Balón de Oro que rompió la hegemonía Messi-Cristiano, el croata dice adiós con la humildad que lo caracterizó siempre.

Su anuncio, cargado de nostalgia —“el momento que nunca quise que llegara”—, retrata lo que sienten los grandes cuando llega el final. Porque si bien el cuerpo ya no responde igual, la mente de los genios siempre pide seguir. Pero Modric lo entendió todo, como siempre. También cuándo dar un paso al costado.

Modric siempre fue más que un futbolista. Fue un símbolo de que se puede brillar sin gritar, liderar sin imponerse, emocionar sin sobreactuar.

En sus palabras no hay drama, sino gratitud. En su legado no hay polémicas, solo fútbol en estado puro. Jugó 590 partidos, marcó 43 goles y dejó momentos imborrables: desde sus pases filtrados imposibles hasta esas noches mágicas en Champions donde, en medio del caos, su serenidad fue brújula.

Modric ha pasado a la historia como uno de los cinco futbolistas que a lo largo de toda su carrera ha levantado seis Copas de Europa, (2014, 2016, 2017, 2018, 2022 y 2024), siendo clave en todas, pero también como jugador con el mayor número de títulos en los 123 años de vida del Real Madrid.

Además del Balón de Oro, logró el premio The Best al Jugador de la FIFA y fue designado Jugador del Año de la UEFA. También ha formado parte seis veces del Once Mundial FIFA FIFPro y designado en dos ocasiones como Mejor Centrocampista de la Champions League.

El sábado, el Bernabéu será testigo de su último baile en casa. Y aunque sus botas ya no pisan con la misma frescura, su número, su figura y su silencio dirán más que cualquier megáfono. No solo se va un jugador, se va una forma de entender el juego.

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