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Expertos señalan que la droga de mayor consumo en Ecuador es la H, que apareció en 2013 en la cárcel de Guayaquil.
En Ecuador hay 10 microcarteles en guerra. Luchan por el territorio para distribuir drogas en pequeñas cantidades. Primero, convierten en adictas a las personas y le entregan el alcaloide para que lo vendan en escuelas o barrios, y les pagan con dosis para su consumo.
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Según la Policía, en dos décadas esta disputa se ha extendido a 12 provincias: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Los Ríos, Santa Elena, El Oro, Carchi, Imbabura, Santo Domingo, Pichincha, Tungurahua y Loja.
¿Qué es la drogadicción?
La drogadicción es una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y uso compulsivo e incontrolable de una droga. El Ministerio de Salud no sabe cuántas personas la padecen actualmente pero, en el 2022, 70.100 ciudadanos fueron atendidos por consumo de drogas en el sistema público. La cifra recoge pacientes desde los nueve años, pero la mayoría son adolescentes.
“El 78%, es decir 8 de cada 10 personas que consumen H están en el grupo de etario de 12 a 18 años, en la etapa del colegio”, doctor, Rómulo Bermeo, especialista en prevención de consumo de drogas.
En el microtráfico, la cocaína sigue siendo el narcótico más común. Pero en las calles se comercializan otras sustancias como la denominada: plo plo, cryppi, marihuana y de manera escasa drogas sintéticas como el fentanilo.
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“Y ahora, la sustancia que desde el 2013 aparece desde la cárcel de Guayaquil y sale al cantón Guayaquil y sus cantones aledaños es conocida como la H, que es una droga artesanal. Cada quien involucra un químico más para poder aumentar la cantidad y, por ende, tener mayores ganancias al distribuirla al menudeo. Hay algunas conjeturas, una de ellas es que por este proceso de desnutrición severa que sufren los chicos que consumen H, posiblemente podría tener algún químico de raticida”, añade el doctor Bermeo.
Atención del Estado
Desde el 2008 el Ministerio de Salud tiene una política de atención que responde a la constitución, que declaró a las adicciones como un problema de salud pública.
El primer paso es que el paciente acuda a un hospital para que médicos especialistas empiecen con el proceso de desintoxicación, para que después este pueda ingresar de manera gratuita a uno de los 49 centros de tratamiento a personas con consumo problemático de drogas. La mayoría están ubicados en Guayas y Azuay.
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Menos del 40% de ocupación tienen estos centros. En el 2022, ingresaron tan solo 563 usuarios, de los cuales el 29% recibió el alta, mientras que el 71% continúa en el proceso.
Quienes se someten a estos tratamientos deben hacerlo de manera voluntaria, y aunque sus familiares intenten convencerlos, son ellos quienes deben firmar el consentimiento para empezar la rehabilitación, lo que ocasiona que en algunos casos recaigan y dejen las instalaciones para seguir consumiendo.
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