Ecuavisa a la Antártida: la Isla Barrientos es la preferida para el turismo antártico

A cada paso, la Antártida sorprende y cada isla del norte del continente parece un mundo apartado y diferente. Esto pasa con Barrientos, una isla ubicada a cuatro kilómetros de la Isla Greenwich, en donde está la estación Pedro Vicente Maldonado del Ecuador.

Tiene un encanto particular. Aparece en medio de la niebla y antes de desembarcar ya ofrece la primera sorpresa.

Es una foca leopardo, el más grande depredador de estas latitudes. Juega con un pingüino que aprisiona en su hocico y lo suelta al percatarse del bote de los extraños. No huye, le causa curiosidad y nada alrededor.

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Ya en tierra el paisaje se llena completamente de pingüinos, la mayoría crías que al final del verano antártico ya tienen sus plumas impermeables que los protegerán del agua de gélidas temperaturas. Por cientos están alrededor. Se acercan, investigan y buscan picotear cualquier objeto extraño a su alcance.

Las plumas juveniles de estos animales cubren todos los rincones de la isla a los que llegan estas aves de caminar torpe, pero con la habilidad de moverse por cualquier terreno, incluso escalar escarpadas laderas de roca para legar a las partes más altas.

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Desde el aire se descubre la particular geografía de esta isla, que es la preferida para el turismo antártico.

Durante el verano es común ver grandes barcos que, en los días que el tiempo lo permite, llegan copados de visitantes quienes en esta isla encuentran el sitio perfecto para su aventura antártica.