Acoso cibernético o 'cyberbullying' crece en los colegios de Ecuador

En las instituciones educativas no solo hay preocupación por la venta y consumo de drogas, sino también por una nueva modalidad de agresión: el 'cyberbullying'.

Con la aparición de nuevas tecnologías también surgen nuevas formas de agresión. Así nace el denominado 'Cyber Bullyng' que consiste en el hostigamiento a través de redes sociales.

Uno de estos casos es de María José de 13 años. Ella fue víctima de acoso cibernético hace un año, por parte de uno de sus compañeros, quien empezó a subir montajes fotográficos obscenos para desprestigiarla.

A ese material accedieron sus amigos. Según la menor, todo comenzó por que no aceptó ser la novia del joven.

Por miedo, María José no se atrevió a contarle a sus padres ni a sus maestros. Según el psicólogo familiar, Homero Mena, la joven comenzó a aislarse poco a poco, no quería ir a clases e incluso llegó a pensar en quitarse la vida.

Este tipo de agresión preocupa a los docentes de los colegios, quienes afirman que las últimas generaciones son más violentas, por lo que la intimidación ha aumentado.

Para el psicólogo educativo, Gonzalo Pillaguano, el acoso cibernético genera mayores daños ya que tiene mayor difusión, afectando el autoestima de los estudiantes.

En el país, los datos más recientes sobre acoso escolar son del 2010 . Según el Observatorio de la Niñez y Adolescencia, de 3 mil estudiantes consultados (entre 8 y 17 años), 1900 declararon sufrir este tipo de violencia.

La Unesco asegura que estos abusos se comenten más en los centros educativos privados, que en los públicos.

Mena, asegura que los agresores buscan un perfil determinado para maltratar a sus compañeros, sobre todo a los más tímidos.

Este profesional añade que los padres pueden detectar si su hijos son víctimas de acoso, a través de los cambios en su comportamiento. Por ejemplo, si sus calificaciones bajan o inventan excusas para no ir al colegio.

El 'cyberbullying' gana terreno en las redes sociales y puede ocasionar daños psicológicos graves en las víctimas. Frenar el abuso a tiempo únicamente se logra rompiendo el silencio y denunciando a los agresores.