15 may 2012 , 11:26

Acnur alerta vulnerabilidad de refugiados colombianos en Ecuador

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) alertó hoy, martes, sobre la vulnerabilidad de los refugiados colombianos en Ecuador ante las redes de trata, especialmente en la zona fronteriza.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) alertó hoy, martes, sobre la vulnerabilidad de los refugiados colombianos en Ecuador ante las redes de trata, especialmente en la zona fronteriza.

"El tema de refugio y trata están muy vinculados, lastimosamente, en el sentido de que las personas refugiadas necesitan protección, acaban siendo víctimas de trata", señaló Reem Alsalem, oficial de Protección del Acnur.

Alsalem detalló que en zona fronteriza de Ecuador con Colombia hay casos de explotación sexual a mujeres y adolescentes colombianas y de explotación laboral, especialmente en las plantaciones de palma y bananeras.

Estas personas "viven en condiciones muy pobres, no están pagados, no tienen derechos", dijo el representante de Acnur durante "El encuentro nacional de trata de personas y tráfico ilícito de personas", que tiene lugar desde hoy y hasta el jueves en Quito.

Además, Alsalem resaltó que hay "trata de menores de edad", empleados para "fines delictivos" y también "reclutados forzosamente para cumplir los objetivos de los grupos armados irregulares" que se encuentran en las zonas fronterizas.

En Ecuador hay alrededor de 56.000 refugiados de los cuales, el 98 % son colombianos.

Señaló que muchos refugiados no tienen documentos, por lo que son más vulnerables a ser captados.

El hecho de que no vivan en una situación legal en Ecuador, dijo Alsalem, hace que no puedan acceder a trabajos convencionales y les dificulta denunciar la violencia o los abusos, por lo que están indefensos ante "la extorsión, al fraude, los engaños de los miembros de trata".

Alsalem señaló que muchos de los refugiados viven en "zonas aisladas" de la frontera norte y no acceden a las oficinas de migración porque no tienen dinero para viajar hasta las ciudades o al no tener documentos tienen miedo de ser deportados.

La representante del Acnur dijo que el 51 % de las trabajadoras sexuales colombianas en la frontera norte no lo era en su país natal, sino que inició ese trabajo en Ecuador, en muchas ocasiones para alimentar a sus familias, mientras que muchas de ellas huyeron de sus países por la situación de violencia.

Puso el caso de Esmeraldas, una provincia costera y fronteriza con Colombia, donde el 58 % de las trabajadoras sexuales colombianas procede de regiones en la frontera con altos índices de violencia como Putumayo, Nariño y Cauca.

Además, en la provincia de Carchi, en la sierra andina y frontera con Colombia, el 31 % de las trabajadoras sexuales de colombianas viene del Cauca.

"Han dicho claramente que están huyendo de su país por causa del conflicto de Colombia", resaltó Alsalem, quien afirmó que el Acnur no tiene estadísticas a nivel nacional.

Para Alsalem, uno de los problemas es que en ocasiones las autoridades se limitan a ver si las mujeres están en situación legal en el país, en vez de constatar si son víctimas de trata, y proceden a deportarlas, pese a que la vuelta a sus lugares de origen a menudo las convierte en víctimas de la violencia.

Por otro lado, la Acnur resaltó que a veces colombianas que están en Ecuador, pero que en un principio no son refugiadas, caen en manos de una red de trata, huyen y acaban pidiendo refugio porque si vuelven a Colombia pueden sufrir represalias de la banda que las captó o de la familia que se siente avergonzada de ellas por haber ejercido la prostitución.

Para Alsalem, los refugiados deben incluirse en las políticas públicas de protección y asistencia, mientras que resaltó que "es bien importante adoptar medidas diferenciadas, que tomen en cuenta la particularidad de cada grupo".

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