Iguanas, los curiosos huéspedes del Consulado de EEUU en Guayaquil

Una gran sorpresa fue la que se llevaron los funcionarios del consulado de los Estados Unidos en Guayaquil cuando no pudieron jugar un partido de voley debido a que su cancha estaba llena de huevos de iguana. El área era relativamente nueva y los reptiles que viven en esa sede diplomática decidieron usarla para conformar 65 nidos que contenían en total 1.500 huevos. 

Los deportistas aficionados, sorprendidos, llamaron a su jefe, el cónsul general Andrew Sherr, para contarle lo que estaba pasando, algo que no había ocurrido en tal magnitud en el pasado, pese a que allí viven iguanas desde hace mucho tiempo.

Unos 200 de estos animales comparten con ellos, día a día, los espacios verdes. Lo extraño sería no verlas andar por los jardines o pasillos. Por esta razón, en el consulado quisieron que estas crías sean cuidadas por expertos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil. 

Parte de los huevos encontrado en el Consulado EEUU en Guayaquil

Y así se hizo: los especialistas llegaron a la legación diplomática y revisaron cada centímetro de la cancha. Procedieron a retirar los huevos y llevarlos hasta el campus del centro de estudios superiores de la urbe. Allí nacieron 700 reptiles que, ahora, viven junto a otros de su especie. Los expertos apuntan a que esto mejorará el perfil genético de los animales, al no tener que cruzarse entre ellos.

Para el biólogo Antonio Torres, la cancha brindó a las iguanas las características ideales para poner sus huevos, y al no tener otra especie depredadora que las ponga en peligro, la producción de las crías fue alta, algo nada común, según comentó. Antes, los reptiles ponían huevos, en poca cantidad, debajo de árboles o en las alcantarillas de esta sede.

Tras esto, el consulado y la Universidad de Guayaquil estudian qué hacer para evitar la sobrepoblación de iguanas.

Especialistas de la Universidad de Guayaquil recogiendo los huevos de iguana.

Por lo pronto, el nacimiento de estos reptiles “estadounidenses” alegró tanto a los funcionarios que no descartan organizar un concurso para ponerle nombre a estos exhuéspedes, en armonía con los renovados lazos que ahora unen a Ecuador y al país norteamericano.