05 oct 2015 , 04:23

Spam mental, la basura que nos llega a la cabeza

Yo hoy me dispongo a hacer click en el botón de VACIAR papelera.

¿Te acuerdas cuándo fue la primera vez que usaste la palabra SPAM?

 

Para la generación que nació en la era digital, spam es una palabra común, para los que entraron adultos al internet tal vez sea solo un tecnicismo. De todas formas, da igual, porque hoy voy a romper el molde de esa palabra, sacándola de la tecnología y poniéndola en otro lugar. 

 

Antes de comenzar, tratemos de definir el spam en nuestras propias palabras:

 

Mensaje basura 

Correo basura 

Mensaje no deseado 

Bombardeo de información 

Repetición de anuncios

Exceso de alertas

 

Los vemos en el mail, los vemos en las fotos repetidas de nuestros amigos en Facebook, los vemos en el twitter, en la publicidad que aparece en nuestras pantallas.  El spam está en todos los computadores, tabletas, celulares o cualquier dispositivo que nos acompañe, pero ¿No te parece que también está en nuestras cabezas?

 

Acumulando spam mental

 

Pues yo creo que sí. Todo el tiempo nos llegan mensajes basura, bombardeo de información, historias repetidas, estímulos externos constantes, en conclusión, un exceso de información que abruma.

 

Los niños reciben información más temprano de la que deberían. Los jóvenes están intercambiando mensajes sin ningún tipo de filtro. Los adultos están en la lucha entre el trabajo, dar atención a los hijos, mantener la casa, sacar tiempo para estar saludables, hacer ejercicio, alimentarse bien, encontrar un espacio en la agenda para los amigos y todo esto viene acompañado de un permanente bombardeo de “correo basura” para nuestras cabezas.

 

¿Por qué “correo basura” mental?

 

Papelera

 

Opté por ponerle ese término porque muchas veces ni siquiera paramos un instante para entender qué es toda esa información que nos está llegando, pero igual la acumulamos. La dejamos ahí en el inbox cerebral, para que siga llenando espacio, para que ocupe un lugar aunque no nos sirva, en lugar de elegir lo que será realmente útil y constructivo para nosotros.

 

En este ritmo de hoy, por lo general, no nos detenemos para elegir de lo que queremos conversar, lo que queremos escuchar, si es útil para nosotros, si es relevante para nuestras vidas. Simplemente optamos porque si está ahí hay que consumirlo, sin cuestionarnos mucho su utilidad. La serie de moda, el trending topic del que todo el mundo habla, la película de estreno, el chisme de farándula, pero nos olvidamos de priorizar esa información que nos llega, de canalizarla correctamente, para darle cabida a material más interesante. 

 

Vaciando el correo no deseado

 

Así como elegimos ir a la bandeja de correo basura en nuestros mails, igual deberíamos hacer nosotros con toda la basura que nos llega de afuera. 

- Llega el mensaje. ¿Me gusta? ¿Me sirve? Lo guardo. 

- ¿No me aporta? ¿Me quita energía y tiempo? Lo elimino.

 

Como no tenemos sino 24 horas en el día y, digamos que unas 18 estamos despiertos, pues elijamos bien lo que queremos consumir en esas horas del día. Escojamos la información que queremos procesar realmente y que nos va a servir. Busquemos contenidos innovadores, datos nuevos, a lo mejor quedémonos sin recibir nada de información… de esa manera aquietamos un poco nuestra mente para poder tener creaciones propias, elaborar nuevas ideas, evitar la repetición, ser novedoso, constructivo.

 

¿Para qué acumular lo innecesario si podemos llenarnos siempre de mejor información, mejores ideas, mejores propuestas? 

 

spam

 

Yo hoy me dispongo a hacer click en el botón de VACIAR papelera, ante ese spam constante que me llega. Seguro si le doy más espacio a “correos” más provechosos, mi mente será mucho más productiva. 

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