Lo que Brasil no le perdona al fútbol se lo perdona al hockey

Hay marcadores que los brasileños no olvidan ni perdonan, y más en un deporte que consiste en meter una bola en una portería. Pero a diferencia del fútbol, la selección de hockey está recibiendo todo el cariño del mundo.

 

Brasil ha encajado 19 goles en dos partidos de hockey sobre césped en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, los primeros que disputa en su historia.

 

Primero, España le propinó un 7-0, un marcador que trae recuerdos de pesadilla del Mundial de fútbol, y luego Bélgica le metió 12, el domingo.

 

Al término del partido con los belgas, varios jugadores brasileños lloraban desconsolados, mientras los belgas y la afición brasileña hacían lo que podían para consolarlos.

 

"Hay derrotas que duelen, que dejan marcas y pueden cambiar el destino de una generación. Hay derrotas que pueden afrontarse como un aprendizaje y una búsqueda del crecimiento. La selección de hockey sobre césped encaja en la segunda opción", valoraba O Globo.

 

Este es el tono dominante en la prensa brasileña, en contraste con el vitriólico que domina la cobertura del empate que la selección de fútbol liderada por Neymar obtuvo ante Irak.

 

- 'Hay que disfrutar de los Juegos' -

El patrón se ha repetido en los dos partidos de los Juegos, en los que Brasil no ha marcado todavía un gol. La hinchada se deja la piel y los jugadores también, empiezan a caer los goles y hay un momento de desánimo, y luego se vuelve a la agitación con la esperanza de que caiga un gol.

 

"Los hinchas estuvieron increíbles. Aunque nos caía un gol detrás de otro, todavía animaban. Eso no tiene precio", dijo agradecido Chris McPherson tras la paliza de Bélgica.

 

Ante España, Brasil aguantó un cuarto sin recibir goles, ante Bélgica 10 minutos.

 

"Lo intentamos todo y en la primera mitad nos mantuvimos en el partido, lo cual está bien. Después de eso, perdimos un poco la concentración y concedimos un montón de goles, que no esperábamos", explicó Matheus Borges tras la derrota ante España.

 

"Ningún país quiere recibir una paliza como ésta", dijo por su parte su compañero Stephane Smith tras el partido ante Bélgica. "Pero a veces las cosas van así", admitió resignado.

 

Para Smith, el equipo tiene que disfrutar un poco más, en vez de angustiarse. "Estaba intentando decirle a los muchachos que disfruten del momento, que sean positivos, y que sigan queriendo jugar. No te quites la bola de encima sólo por quitártela. Estar en los Juegos Olímpicos es un momento muy especial", añadió.

 

- 5.000 practicantes y un holandés -

Raros son los países en que el hockey sobre hierba tiene rango de estrella. Ocurre, por ejemplo, en India, Australia, Alemania y Holanda. En otros, como España, es minoritario, pero hay un club como el Egara con más de 80 años de antigüedad, y un buen historial olímpico.

 

En Brasil, en cambio, es un deporte prácticamente inexistente. No empezó a competir en torneos continentales hasta los años 1990, y no tuvo sus dos primeras canchas oficiales hasta 2007, en Deodoro, donde ahora se disputa el torneo olímpico de Rio-2016.

 

Según el servicio público de radiodifusión EBC, 5.000 brasileños practican este deporte, en apenas cinco de los 26 estados.

 

La Federación Internacional de Hockey (FIH) establece unos mínimos para participar en unos Juegos Olímpicos que los hombres consiguieron al quedar cuartos en los Panamericanos de 2015, pero las mujeres no.

 

Los brasileños son 34º en el ranking mundial, y las brasileñas ocupan el puesto 50.

 

En las filas del equipo masculino brasileño está Patrick Van Der Heijden, de 23 años, que nació y vive en Holanda, potencia de este deporte.

 

Jugar con Brasil "estrecha mi relación con el país de mi madre, y estoy empezando a sentirme brasileño" explicó este jugador que milita en un club de la segunda división holandesa y que es hijo de un holandés y una brasileña.

 

"Todavía vivo en Holanda, pero cada momento que paso aquí me siento más brasileño", agregó.