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El único supertindente que ocupó el cargo fue Carlos Ochoa, quien se mantiene prófugo. Foto: Archivo
El único supertindente que ocupó el cargo fue Carlos Ochoa, quien se mantiene prófugo.
La Superintendencia de Comunicación (Supercom) cerrará sus puertas el miércoles 31 de julio.
La liquidación de este organismo costó cerca de medio millón de dólares, y fue creado en el régimen de Rafael Correa para supervisar a los medios de comunicación. Ahora, sus activos pasarán al Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) y Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar).
Varias dependencias de la Supercom ya están cerradas, como la sala en donde se monitoreaba a los medios de comunicación, a través de pantallas gigantes y decenas de computadoras.
El liquidador, Bernard Gambarroti, indicó que la entidad pública contaba con 225 funcionarios, ahora 48. El resto de personal se ha ido desvinculando con liquidaciones o traspasos a otras empresas del sector.
Durante el proceso de liquidación de este organismo se extinguieron varias demandas en contra de los medios de comunicación. Según Gambarroti se trata de 88 casos descritos en un informe de Contraloría por alrededor de 680 mil dólares.
El único supertindente que ocupó el cargo fue Carlos Ochoa, quien se mantiene como prófugo de la justicia.
En las reformas a la Ley de Comunicación se contempló un plazo de 180 días para la liquidación de la Supercom, que vence el próximo 20 de agosto, pero que se adelantó para optimizar recursos.
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