Comisión interventora de la U. Guayaquil busca apoyo en la justicia

Tras cinco meses al frente de la Comisión Interventora de la Universidad de Guayaquil, Jorge Kalil, busca apoyo en la justicia para sanear las irregularidades en ese centro de estudios. 

El presidente de la Comisión asegura que las investigaciones por cobros indebidos a los estudiantes deben terminar con la ubicación de los responsables, por ello buscan en la Fiscalía sus nuevos aliados.

Hoy presentaron la denuncia penal con la que espera hallar a los responsables de los cobros por cursos y graduaciones que debían haberse evitado. “Ya se dispuso al rector que pida los exámenes especiales y las auditorías”, dijo.

Manifestó además que siente que sus tareas podrían encontrar limitantes, pues sus funciones terminan donde empiezan las de las autoridades universitarias, lo que dificulta, precisa, las intenciones de devolverle el nivel de calidad a ese centro de estudios.

“Ya la auditoría que podíamos hacer o ya la inteligencia que podíamos hacer rebasó nuestras posibilidades de entendimiento”, añadió Kalil.

Mientras que un grupo de maestros asegura haber ganado un concurso de méritos para conseguir sus nombramientos, argumentan que se están irrespetando sus derechos. “Han pasado diez meses, diez meses del concurso y todavía no recibimos una pronunciación, vienen jefes de Talento Humano, ya vamos pasando por el tercero y hasta la presente no tenemos respuestas”, señala Lupe Rivera, trabajadora de la universidad.

Este es otro de los cabos sueltos dentro de la gestión universitaria, aún sin resolverse.