30 nov 2014 , 01:14

Irak luchará contra la corrupción tras descubrir 50.000 soldados ficticios

La investigación se inició con un recuento riguroso de los efectivos durante la última paga.

El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, anunció este domingo que intensificará la lucha contra la corrupción tras descubrirse que el país pagaba salarios a 50.000 soldados ficticios.

 

"El primer ministro reveló la existencia de 50.000 nombres ficticios" en el ejército, lo que supone casi cuatro divisiones, dijo su oficina en un comunicado publicado al término de una sesión parlamentaria.

 

"Estas últimas semanas, (Abadi) ha tomado medidas concretas para sacar a la luz la existencia de estos soldados fantasmas y cortar de raíz este problema", precisó el portavoz de Abadi, Rafid Jaburi.

 

La investigación se inició con un recuento riguroso de los efectivos durante la última paga.

 

Algunos soldados confirmaron a la AFP que los salarios se habían pagado recientemente con un retraso de dos meses, sin que les dieran ninguna justificación.

 

"Hay dos tipos" de soldados ficticios, explicó un oficial a la AFP.

 

"En el primer caso, cada oficial es autorizado por ejemplo, a tener cinco guardias. Guarda dos y manda tres a casa y se queda con sus salarios o parte de los mismos".

 

"El segundo caso (...) se produce a nivel de la brigada. Un comandante de brigada suele tener 30, 40 o más soldados que se quedan en casa o no existen".

 

"El problema es que él mismo, para conservar su trabajo en tanto que comandante de brigada, debe pagar sobornos a sus propios superiores", dijo el oficial.

 

Por este motivo, prácticamente ninguno de los miles de soldados que han desertado o han perdido la vida este año en Irak han sido dados de baja del ejército.

 

Estados Unidos, presente en el país durante ocho años, hasta finales de 2011, ha gastado miles de millones de dólares en entrenar y equipar al ejército iraquí.

 

Sin embargo, en junio, al inicio de la ofensiva del grupo yihadista Estado Islámico (EI), el ejército sufrió una auténtica desbandada.

 

Desde que asumió sus funciones en septiembre, Abadi ha destituido o jubilado a parte de la cúpula militar.

 

Ahora pretende luchar contra la corrupción y el clientelismo que creció bajo su predecesor Nuri al Maliki.

 

A partir de la ahora, la "integridad, la eficacia y la valentía" serán los criterios que prevalezcan a la hora de nombrar un nuevo directorio militar, dijo el portavoz del primer ministro.

 

"Este proceso de limpieza se extenderá a todos los estamentos del Estado", agregó.

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