17 sep 2014 , 07:23

Los "santuarios" del EI en Siria, objetivo de ataques aéreos de EE.UU.

En las últimas 24 horas las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo nuevos ataques al suroeste.

Los ataques aéreos que Estados Unidos planifica contra el Estado Islámico (EI) en Siria tendrán como blanco central los "santuarios" e infraestructura de los yihadistas, anunció este martes el secretario de Defensa, Chuck Hagel, durante una audiencia en el Senado.

 

Retomando afirmaciones del presidente Barack Obama, quien advirtió al EI que "si ataca a Estados Unidos" no gozará de seguridad "en ningún lugar" del mundo, Hagel dijo que los ataques aéreos de su país se centrarán "en los santuarios del Estado Islámico en Siria. Ello abarca sus centros de comando, sus capacidades logísticas y sus infraestructuras".

 

A su lado, el general Martin Dempsey, principal oficial castrense y al comando del Estado Mayor, advirtió sin embargo que los bombardeos no se parecerán a los ataques a gran escala que acompañaron el inicio de la invasión de Irak en 2003, liderada por Estados Unidos.

 

Esta campaña será, en cambio, "persistente y sostenida", señaló el general Dempsey, quien detalló que asesores militares estadounidenses podrían ser enviados al frente junto al Ejército iraquí si se considera necesario. 

 

"Me dijo (Obama) que evaluará la situación caso por caso", señaló, "si llegamos al punto en el que considere que nuestros consejeros deben acompañar a las tropas iraquíes en su ofensiva contra los objetivos de Estado Islámico, esto es lo que recomendaré al presidente" Obama.

 

La Casa Blanca se apresuró a moderar los alcances de las declaraciones de Dempsey que contrastan con las reiteradas afirmaciones de Obama quien ha asegurado que no enviaría tropas de combate a Irak, dos años y medio después del retiro de los últimos soldados estadounidenses desplegados en ese país.

 

Josh Earnest, portavoz de Obama, sostuvo que Dempsey "se basa en un escenario hipotético (...) en la que se haría una recomendación táctica al Presidente sobre el uso de las tropas de tierra".

 

Earnest subrayó que el despliegue de soldados estadounidenses en áreas de combate no figuraba en los planes del gobierno.

 

En el plano político, el presidente republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, apoyó este martes el plan de  Obama de armar y entrenar a rebeldes sirios "moderados" para que luchen contra EI y pidió al Congreso que respalde la iniciativa.  

 

Actualmente, unos 300 asesores militares de EEUU respaldan a las fuerzas iraquíes en su lucha contra la ofensiva extremista, y se estima que finalmente puedan sumarse otros 300 consejeros castrenses al área. 

 

Primeros ataques cerca de Bagdad 

Desde el 8 de agosto, la aviación militar estadounidense lanzó 167 ataques aéreos contra posiciones yihadistas en Irak. Hasta ahora se desarrollaban en el norte y el oeste del país, pero el lunes, el Centcom, el comando militar estadounidense encargado de Medio Oriente y Asia Central, anunció un primer ataque cerca de Bagdad.

 

Y en las últimas 24 horas las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo nuevos ataques al suroeste de la capital. Otros dos ataques apuntaron a posiciones yihadistas al noroeste de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.

 

En el plano estratégico, Obama se reunió con el general retirado John Allen, encargado de conducir la coalición internacional contra el EI. Según la Casa Blanca, el presidente "insistió en la necesidad de implementar una coalición robusta con amplia participación internacional".

 

El primer ministro canadiense Stephen Harper anunció que 69 soldados de las fuerzas especiales de su país habían sido desplegados en el norte de Irak para ayudar a las tropas iraquíes a combatir al EI.

 

En la misma región, los combatientes kurdos retomaron siete aldeas cristianas tras combates contra los yihadistas.

 

En Bagdad, el primer ministro Haidar al-Abadi recibió un duro golpe luego que el parlamento rechazara las candidaturas que propuso para los ministerios de Interior y de Defensa.

 

Por su parte, la rama magrebí (AQMI) y yemení (AQPA) de la red islamista Al Qaida emitieron un comunicado conjunto pidiendo a sus "hermanos muyahidines en Irak y el Levante dejar de matarse entre ellos y unirse contra la campaña de Estados Unidos y su coalición diabólica".

 

Este mensaje se refiere a divergencias entre el EI, que tomó distancia de Al Qaida y proclamó el califato sobre una parte de Irak y de Siria, y el frente Al-Nusra, la rama siria de Al Qaida, que sigue siendo fiel al jefe de la organización Ayman Al Zawahiri.

 

Volviendo a Estados Unidos, el Departamento de Justicia anunció que se presentaron cargos contra un ciudadano estadounidense de origen yemení Mufid Elfgeeh, acusado de intentar reclutar para las filas del EI a tres personas, dos de los cuales eran informantes del FBI.

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