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El caso ha sido criticado ampliamente por grupos de derechos civiles.
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El caso
Marshae Jones no es homicida, sino víctima.
Así lo determinó este miércoles una fiscal estadounidense al retirar todos los cargos contra esta joven de 28 años, quien había sido acusada de homicidio involuntario al perder el feto que gestaba tras recibir un disparo en el estómago por parte de otra mujer.
"En esta triste historia no hay ganadores, solo perdedores", dijo ante la prensa la fiscal de distrito de Bessemer Cutoff, Lynneice Washington.
El caso tuvo lugar en Alabama, Estados Unidos, en diciembre pasado. Según las autoridades, Marshae Jones, que estaba embarazada de cinco meses, inició una pelea con Ebony Jemison, quien acabó disparando contra ella y matando al feto de Jones.
Un gran jurado del condado de Jefferson acusó en abril a Jones de homicidio al considerar que fue ella la agresora y que continuó peleando incluso cuando Jemison se había metido en el coche para intentar huir, reportó el medio local Al.com.
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Esta última no fue acusada de ningún delito al considerarse que actuó en defensa propia.
El teniente de la policía local Danny Reid afirmó en diciembre que el feto "no tuvo elección al ser involucrado innecesariamente en una pelea cuando su protección dependía de su madre".
La acusación contra Jones se hizo pública el miércoles 26, cuando fue detenida y trasladada a la prisión de Jefferson County, donde ingresó con una fianza de US$50.000.
Fue liberada posteriormente tras abonar esa cantidad.
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La fiscalía de Jefferson County, sin embargo, afirmó entonces que todavía no había tomado una decisión sobre si acusaría formalmente a Jones.
"Aunque el gran jurado ha dado su opinión, nuestra oficina está en proceso de evaluar el caso y no ha tomado una decisión sobre si acusará por homicidio, lo reducirá a una pena menor o no acusará", afirmó en un comunicado la oficina de la fiscalía de distrito citado por Al.com.
Y finalmente lo hicieron.
La otra involucrada en el incidente había calificado la acusación de injusta y aseguró que Jones debería ser acusada de "poner en peligro a un niño, o agresión, o algo por el estilo".
"nos complace que el fiscal del distrito haya evaluado el asunto y elegido no proseguir con un caso que no era ni razonable ni justo", declararon este miércoles los abogados de Jones.
Condena de grupos de derechos civiles
Grupos de derechos de las mujeres condenaron la decisión y enmarcaron el caso en el contexto de las nuevas medidas antiaborto aprobadas en el estado de Alabama.
En el mes de mayo, el estado aprobó la ley del aborto más restrictiva de Estados Unidos, que prohíbe la interrupción del embarazo en cualquier momento de la gestación y solo permite el aborto en caso de serio riesgo para la vida de la madre.
16 estados de Estados Unidos aprobaron este año normas restringiendo el derecho de la mujer a interrumpir el embarazo.
El grupo de abogacía Yellowhammer Fund aseguró que ayudarían en la representación legal de Jones.
"Marshae Jones está siendo acusada de homicidio por estar embarazada y recibir un disparo durante un altercado con una persona que tenía un arma", declaró Amanda Reyes, directora ejecutiva de la organización.
"Mañana será otra mujer negra, quizás por tomarse algo estando embarazada. Y tras esto otra por no haber obtenido cuidados prenatales adecuados", añadió.
Ilyse Hogue, presidenta de Naral Pro-Choice America, declaró en Twitter: "Así es 2019 para una mujer de color embarazada sin medios en un estado rojo [republicano]".
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La fiscalía, sin embargo, distanció el caso de la polémica sobre el aborto en el estado.
"Desgraciadamente, algunos grupos han intentado vincular este caso a la ley anti-aborto aprobada recientemente por la legislatura", declaró en el comunicado.
"Este caso es anterior a la aprobación de la legislación y tenemos que decir que la nueva ley no jugó ningún papel en las consideraciones del gran jurado".
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