30 sep 2015 , 02:09

Así sería la llegada de un astronauta a Marte

Tendría que luchar contra el frío, la radiación y con monstruosas estructuras geológicas

Se ha descubierto agua en Marte, a partir de unos estrechos canales en los que los restos de sal indican que en ocasiones, el agua del subsuelo sube y resbala por las laderas de algunos cráteres marcianos.

 

Para algunos, eso refuerza el sueño de enviar exploradores o quizás incluso asentarse para conquistar el Sistema Solar. Para otros, es una noticia estupenda que podría ser la antesala de que hay vida en Marte. Sea como sea, ¿qué encontraría un astronauta de la NASA que quisiera ir al Planeta Rojo?

 

Después de un viaje tan incómodo, cualquier astronauta que se precie estaría deseando bajar a estirar las piernas. La primera sensación que tendría al hacerlo sería la de notar una gravedad que es equivalente al 38% de la terrestre. En condiciones terráqueas, esto debería hacerle sentir ligero, pero después de viajar durante años en condiciones de ingravidez, sería como una losa, publica el portal de ABC. 

 

Un clima inhóspito 

 

Árido y frío. Marte no es precisamente un lugar acogedor, al menos a nivel de superficie. Con temperaturas medias en la atmósfera de -63ºC, los astronautas podrían caminar por el suelo marciano siempre con buena protección. Además, el efecto de las estaciones y de los días y las noches, hacen que en Marte haya variaciones de temperatura que van desde los -140ºC a los 30ºC.

 

Rayos y hombrecillos verdes

 

Marte no es para tanto, a fin de cuentas también hace frío en Alaska, podría decir un astronauta aventurero. Sin embargo, la tenue atmósfera, en la cual la presión es minúscula y la aridez casi absoluta, sería incapaz de frenar la radiación solar y espacial más dañina.

 

Rayos ultravioleta, rayos cósmicos galácticos y toda un abanico de radiaciones perjudiciales harían que los humanos se conviertieran en los auténticos hombrecillos verdes de Marte

 

Si el frío o la radiación no son suficiente motivo para que los astronautas huyan despavoridos, Marte esconde aún más secretos. Entre sus rocosas laderas y cráteres, más allá de las llanuras polvorientas, Marte es el hogar del mayor volcán que existe en el Sistema Solar: se trata del monstruoso Monte Olimpo, que alcanza una altura de 21.129 metros (frente a los 8,848 metros del Everest).

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