Agua con sal en ayunas: beneficios, riesgos y lo que debes saber
Tomar agua con sal en ayunas consiste en disolver una pequeña cantidad de sal (como sal de mesa o sal marina) en un vaso con agua, y beberla al despertar, antes de ingerir alimentos. En redes sociales se ha popularizado como un hábito para mejorar la hidratación, estimular la digestión o activar al cuerpo desde temprano.
Sin embargo, aunque suena como un truco natural y saludable, especialistas advierten que no existen evidencias científicas sólidas ue respalden estos beneficios. En Hablemos de Salud revisamos lao que dice la ciencia sobre esta práctica, sus posibles riesgos y en qué casos podría tener sentido.
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¿Qué dice la ciencia sobre agregar agua con sal?
El sodio es un electrolito esencial que ayuda a regular el balance de líquidos, la función nerviosa y la contracción muscular. En contextos de sudoración fuerte, ejercicio prolongado, fiebre o diarrea, puede ser útil reponer electrolitos como sodio y cloro para evitar desequilibrios.
Sin embargo, para la mayoría de personas sanas que no tienen pérdidas excesivas de líquidos, la ingesta de sodio ya suele ser suficiente a través de la dieta habitual. Añadir sal al agua no ha demostrado aportar beneficios claros de hidratación superiores al agua sola.
Un estudio realizado en adultos mayores portugueses encontró que una alta excreción de sodio (por encima de los niveles recomendados) se asoció con mayor riesgo de hipohidratación (es decir, falta de agua libre en el cuerpo para mantener funciones normales), especialmente en hombres. Esto sugiere que consumir demasiado sodio puede, en algunos casos, dificultar una hidratación adecuada.
Beneficios supuestos vs. lo que realmente se sabe
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Riesgos de tomar agua con sal en ayunas
¿En qué casos podría tener sentido?
Aunque no es recomendable añadir sal al agua en la rutina diaria de personas sanas, existen situaciones puntuales en las que la reposición de sodio sí es útil:
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En todos estos escenarios, lo recomendable no es preparar agua con sal de forma casera, sino usar soluciones de rehidratación formuladas, ya que contienen la cantidad adecuada de sodio, potasio y otros minerales para restablecer el equilibrio sin poner en riesgo la salud.
Beber agua al despertar es una costumbre saludable y respaldada por los médicos. Pero añadirle sal no ofrece ventajas comprobadas en personas sanas y, en cambio, puede traer riesgos como presión alta, retención de líquidos o sobrecarga renal.
Solo en casos específicos —como pérdida de líquidos por ejercicio intenso, calor extremo o episodios de diarrea— puede tener sentido reponer sodio bajo supervisión médica o con soluciones de rehidratación balanceadas.
La mejor apuesta para la mayoría es hidratarse bien con agua pura, mantener una dieta equilibrada y desconfiar de hábitos virales sin respaldo científico. Ante cualquier duda, lo recomendable es consultar a un profesional de salud.