Tripleoro tiene cientos de juicios y acciones legales en su contra
La empresa – hoy militarizada – estaba a cargo del sistema de agua potable y alcantarillado en Machala, provincia de El Oro. Durante los siete anos de administración, la empresa de agua potable cultivó en su contra cientos de juicios.
La empresa – hoy militarizada – estaba a cargo del sistema de agua potable y alcantarillado en Machala, provincia de El Oro. Durante los siete anos de administración, la empresa de agua potable cultivó en su contra cientos de juicios.
Tiene 306 acciones legales entre penales, civiles, laborales y quejas. Pero todas estas demandas quedaban sin efecto por las ocho acciones constitucionales que interpuso la empresa, lo que la ayudaba a blindarse de alguna sanción o suspensión.
Tripleoro es una empresa mixta, el 30 por ciento del capital le corresponde al Municipio y el 70 es privado.
Aunque su zona de operación debía ser Machala, y los cantones El Guabo y Pasaje; el área financiera y administrativa funciona en Guayaquil.
Lo que más sorprende, según la Contraloría, es que Tripleoro se creó en junio de 2001 con un capital de apenas 1250 dólares. Pese a su bajo capital inicial, Tripleoro recibió millonarias sumas de dinero por parte del Estado.
Del 2004 al 2008 se le transfirieron casi 8 millones de dólares por concepto del 10 por ciento del impuesto a los consumos especiales (ICE).
El dinero debía ser invertido en nuevos proyectos, pero al contrario era utilizado para pagar reparaciones, mantenimientos, control y limpiezas.
Y aquí, para las autoridades, se desprenden indicios de irregularidades. Pues esos pagos por servicios, Tripleoro los hacía a empresas vinculadas que habían sido contratadas, especialmente a tres: Construsom S.A., Construsome S.A. y Plasidur S.A.
Uno de los socios de esta última empresa, Plasidur S.A., coincidencialmente lo es también de Tripleoro.
Otra de las coincidencias es que las tres empresas funcionan en el mismo lugar, una pequeña oficina en Machala.
En el informe de Contraloría también se estableció las inequidades en los sueldos. Un gran porcentaje de empleados ganaba cerca de 200 dólares y altos funcionarios más de 5 mil.
Pese a la intervención e impedimento legal interpuesto por el Estado, los anteriores administradores dejaron las cuentas de la empresa vacía. Se llevaron todo el dinero.
Tripleoro se mantiene militarizada y en manos del Gobierno, quien aún analiza si se iniciaran acciones legales en contra de los anteriores dueños de la empresa.
En la sección multimedia de esta nota se encuentra un reportaje preparado por Merlyn Ochoa, en el que profundiza sobre este hecho.