El sórdido asesinato cometido por dos niñas que ha estremecido a Reino Unido

Angela Wrightson fue encontrada muerta y con su cara ensangrentada tras recibir más de 100 heridas.
09 abr 2016 , 12:29
Redacción

Las adolescentes torturaron por siete horas a una mujer, mientras se tomaban 'selfies'.

 

Son solo algunos de los escalofriantes detalles de un asesinato que ha dejado perplejos a los británicos, dados a conocer esta semana durante el juicio en el que las adolescentes fueron sentenciadas.

 

Su condena: un mínimo de

 

La brutalidad del asesinato y el hecho de que haya sido cometido por niñas ha horrorizado al público británico.

 

"En mis 25 años de servicio,eñaló el agente policial Peter McPhillips.

 

Y es que usando objetos como una pala, un televisor, una mesa y hasta una impresora, las adolescentes golpearon por horas a Angela Wrightson, de 39 años, mientras esta se encontraba en estado de embriaguez.

 

Una foto que las niñas –que no pueden ser nombradas por razones legales–

 

Después del asesinato, y cuando estaban en el vehículo policial se tomaron otro selfie.

 

Este fue el selfie que subió una de las asesinas a Snapchat y que muestra Angela Wrightson con marcas en la cara. La imagen de la niña ha sido pixelada por razones legales.

 

Las menores sabían que la policía las estaba buscando porque se habían escapado de la casa donde estaban bajo custodia por disposición de los servicios sociales, algo que solían hacer muy a menudo.

 

"Otra vez en la camioneta", rezaba una frase que sobre impusieron en la foto.

 

 

Las adolescentes habían visitado la casa de la mujer en varias ocasiones para que les comprara alcohol y cigarrillos, ya que menores de edad no pueden adquirirlos legalmente en Reino Unido.

 

El juez señaló que Angela Wrightson era una alcohólica solitaria y noble, que invitaba a cualquier persona a su casa para matar la soledad.

 

Pero

 

Poco antes de su muerte, Angela Wrightson fue a la tienda a pedido de las niñas.

 

El caso ha sido especialmente chocante para el público porque tanto la mujer que fue asesinada como las niñas estaban en situación muy vulnerable.

 

Las niñas venían de familias disfuncionales y desde hace tiempo estaban bajo cuidado de los servicios sociales.

 

Ambas adolescentes habían tomado alcohol antes de visitar la casa de la víctima y la mayor de ellas confesó que había tomado medicamentos antes del hecho.

 

Gerry Wareham, funcionario de la fiscalía, señaló qu

 

Hablando luego de que las declararan culpable, destacó que el ataque "fue brutal y sostenido. Ya se imagina uno el miedo y el sufrimiento por el que debe haber pasado Angela Wrightson en las últimas horas de su vida".

 

Lo que también ha horrorizado al público, según Wareham, es que "uno hubiera imaginado que las niñas hubieran mostrado remordimiento tras la muerte de la mujer".

 

"Por el contrario,

 

 

 

El caso ha llevado a un intenso debate en la sociedad británica sobre las razones que pueden llevar a los niños a cometer crímenes como este y sobre a quién culpar por su conducta.

 

han sido citados en días recientes por las autoridades y por expertos como posibles causas.

 

Una de las niñas tomó un selfie cuando estaban detrás del vehículo policial que las condujo a casa.

 

Según la periodista de la BBC Bethan Bell, lo más problemático del caso es "la aparente frialdad y premeditación " del caso.

 

"Fue un ataque sostenido y las , contó la periodista de la BBC.

 

"Al día siguiente contaron a amigas como Angela Wrightson les rogaba que dejaran de golpearla y cómo ellas se reían, bromeaban y se tomaban selfies mientras la atacaba".

 

Es esto lo que intriga a las autoridades, el hecho de que las adolescentes cometieran el asesinato casi como si fuera un juego.

 

"Muchas preguntas permanecen sin respuestas sobre el motivo de las niñas, si es que había alguno", dijo la Policía.

 

Carol Anne Davis, experta en el tema, señaló que

 

Robert Thompson y Jon Venables fueron responsables del asesinato de un niño de dos años en 1993.

 

Y recordó que en la mayoría de casos como este, los perpetradores vienen de familias muy disfuncionales.

 

En este caso,

 

Este caso ha revivido en el público británico el horror de otras situaciones similares, incluyendo el asesinato en 1993 de James Bulger, un niño de dos años que fue asesinado por dos niños de 10, Robert Thompson and Jon Venables in 1993.